Desde la Cruz Roja se insiste en que su gran capital son los voluntarios. En Ourense, quien los coordina es José Joaquín Galicia (Ourense, 1969). Curiosamente, sus comienzos en la oenegé, en la que trabaja desde 1991, fueron como voluntario.
-¿Cómo se convierte una persona en voluntaria?
-Cuando llegan a la Cruz Roja se les da información sobre la oenegé y también sobre lo que es el voluntariado. A partir de ahí, se parece mucho a una orientación laboral. Los vamos situando en función de sus capacidades, gustos o inquietudes, procurándoles formación y teniendo en cuenta cuál es su disponibilidad.
-¿Sigue habiendo poco voluntariado en el rural?
-Ese es el gran objetivo de este año. Captar gente que pueda trabajar en sus propios lugares y contribuir a que las cosas en ellos vayan mejor. Hay concellos de la provincia en los que no hay ningún voluntario.
-¿El verano se deja notar en el voluntariado urbano?
-Lo mismo que los exámenes. Tenemos muchos voluntarios universitarios y se nota. Pero, a cambio, también viene gente joven a pasar los meses de verano a Ourense y compensan un poco.
-¿Se consolida el voluntariado mayor?
-Se va incorporando gente de cincuenta años para arriba, aunque la media sigue siendo el voluntario de veinticinco a treinta años.