El INSS tramita la declaración de fallecimiento de Collarte pese a que su familia sigue buscándolo

La Voz

OURENSE

18 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El Boletín Oficial del Estado publicaba ayer la resolución relativa a los trámites que se siguen en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número cuatro de Ourense, en relación con el empresario Guillermo Collarte, desaparecido en 1999. Así, la publicación oficial informaba sobre las gestiones que se están realizando, a instancias de la Tesorería General de la Seguridad Social y del Instituto Nacional de la Seguridad Social, para la declaración de fallecimiento del constructor, que tenía 72 años en el momento de su desaparición.

Dado que desde el 5 de octubre de 1999 no se han tenido noticias relativas al paradero de Collarte, la Administración ha iniciado los trámites para hacer oficial el óbito. Ello pese a que la familia del empresario siempre ha estado en contra de que se realizase cualquier gestión en este sentido hasta que se celebrasen los juicios pendientes por el secuestro y, en último término, se logre encontrar los restos del empresario. Así lo confirmaba ayer mismo su hija, Berta Collarte, quien advierte que tanto ella como su familia van a seguir luchando para que el caso siga abierto y se mantenga la búsqueda del empresario. «Nosotros no podemos evitar que el INSS realice trámites legales pero lo que no vamos a hacer es tirar la toalla. Estamos dispuestos a hacer todo lo que haya que hacer para que podamos dar sepultura a nuestro padre», aseguró.

Diez años sin noticias

El empresario Guillermo Collarte López acudió a Valença do Minho el 5 de octubre de 1999 para supervisar una obra en la localidad fronteriza y para reunirse con dos de sus socios, ambos españoles, y con su intermediario portugués, la última persona que lo vio antes de su desaparición. Aquella obra, de la que era promotor, se estaba ejecutando en el antiguo mercado de Valença, situado en pleno centro de la ciudad y a pocos metros de un terreno al que Collarte se acercó al mediodía para ver sus lindes.

El constructor se encontraba allí junto con su intermediario cuando éste se dirigió un momento a su coche -situado a unos 150 metros- para coger la documentación del solar, mientras Guillermo Collarte lo esperaba sentado a la sombra de unos árboles cercanos al terreno. Cuando volvió al cabo de unos minutos, Collarte ya no se encontraba en el lugar.

Pese a que la investigación policial siempre barajó un posible secuestro, nunca se pidió rescate alguno por el empresario.