A Merca y Xunqueira de Espadanedo mantienen viva la memoria del concejal desaparecido

La Voz

OURENSE

23 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Ourense reaccionó con la rabia contenida pero con contundencia tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco: el Concello de la ciudad celebraba pleno extraordinario para adherirse al luto de la familia del edil del PP ejecutado por ETA, la plaza mayor se quedó pequeña para dar cabida a la gente que quería sumarse a la concentración de condena -hubo un minuto de silencio y una niña soltó 48 globos blancos, uno por cada hora que estuvo secuestrado el joven, con un crespón negro- y en la catedral no se daba entrado en la misa que se celebraba el memoria del edil.

Mas si en algún lugar se mantiene viva la memoria, entonces y hoy, de Miguel Ángel Blanco es en los concellos de donde eran originarios sus padres. A Merca, municipio natal de su madre, se descubría el día 23 de julio de 1997 una placa dando el nombre de Miguel Ángel Blanco a una calle. En Xunqueira de Espadanedo se ubicaba una escultura en recuerdo del edil realizada por un tío suyo, instalando más tarde otra escultura cuando se retiró la primera.

Y en Faramontaos, el pequeño pueblo de A Merca donde pasaba los veranos el joven asesinado, se inauguraba a finales de julio del pasado año un grupo escultórico obra de Xosé Cid en recuerdo de Miguel Ángel Blanco.