Alcalde de Vilamartín desde 1972, Manuel Candal se vio ayer, por primera vez, en minoría frente a la oposición. En minoría y solo, ya que era el único del grupo de gobierno en la sesión plenaria.
-¿Estaba sobreaviso de esta espantada?
-No me dijeron nada. Me dieron el plantón de esta manera.
-¿Les pedirá explicaciones?
-Yo con este grupo no me reúno más, porque no son fiables.
-¿Pero habrá que buscar una solución?
-Informaré a (José Luis) Baltar. Será él el que tendrá que decidir lo que pasa.
-En sus reuniones de la semana pasada, ¿qué le dijo?
-Me dijo que muy bien. Porque yo soy el único del Partido Popular en Vilamartín, soy el único del equipo de gobierno que está afiliado al partido.
-¿Qué ha pasado para llegar a esta situación?
-He delegado en ellos todo lo que me han pedido. Algunas cosas las hicieron bien y otras menos bien... Hasta lo de ahora.
-¿Cómo queda Vilamartín?
-La situación es perfecta. Con el alcalde, que está aquí para hacer el bien por los vecinos.
-Perfecto parece demasiado optimista cuando no ha venido ninguno de sus concejales
-Quieren obligarme a dimitir. Y hoy no vinieron porque no querían votar en contra del PXOM, porque si votaban en contra tendrían que enfrentarse a lo que opina el pueblo.
-¿Dimitirá?
-De dimisión ni hablar. Me nombró al pueblo y me cesará el pueblo.
-Si prosigue esta situación podría darse la situación propicia para un cambio de alcalde, ¿cómo sería Vilamartín con un alcalde diferente a usted?
-Puede que esté bien un cambio.
-El apellido Candal podría seguir en la alcaldía con su hija.
-No creo que sea mi hija, tiene muchas cosas que atender. A lo mejor es alguien del BNG o del PSOE. Porque si el grupo del PP no comparece, Vilamartín se pierde para el PP y pueden hacerse ellos con la alcaldía.
-¿Apoyaría usted un alcalde de otro partido?
-Si hay que votar por ellos se vota. Yo voy a apoyar al que sea bueno, al que ofrezca garantías para el pueblo, como si viene Santiago Carrillo...
-¿Antes que a uno de su propio gobierno?
-¡Cómo voy a apoyar a un traidor! Lo menos que pueden es dar la cara. Los del PSOE siguen sus consignas, pero al menos están unidos.
-¿Los suyos no lo están?
-Míos no son. Y nunca lo fueron, porque después de delegar en ellos todas las competencias veo que no son de fiar.