No debe resultar raro que un turista se acerque hasta la capital ourensana con ideas erróneas en cuanto al patrimonio artístico, natural o cultural. Algunos visitantes que aterrizan en Auria vienen con sus propios guías que en ocasiones acuden provistos simplemente de folletos recogidos en Internet. Pero en la provincia existen agencias que se dedican a guiar al viajero, que conocen a la perfección qué es lo que deben ver y que se adaptan a todo tipo de peticiones. «En muchas ocasiones hemos oído a gente que nos preguntaban si Ourense estaba asentada sobre un volcán, por eso de las aguas calientes», comenta Rosa Mari Dorado, responsable de la agencia de turismo y cultura Barandán. Ella es guía profesional y durante estos días se convierte en el guía espiritual de muchos turistas. «Mucha gente cree que los guías son las personas que acompañan en los autocares y no es así», explica. Desde Barandán se organizan todo tipo de viajes. Han tenido que guiar a amplios grupos, pero también, en alguna ocasión a parejas o familias que han querido conocer algo concreto de la provincia (el Ourense románico, la parte termal de la provincia, etcétera). Incluso, relata Dorado, en una ocasión guiaron a la familia Ribeiro de Estados Unidos, que quisieron conocer la comarca que les dio el apellido. Creen que Ourense es la gran desconocida y aseguran que los turistas que de su mano la descubren repitan más tarde. Ellos explican el por qué de las cosas, profundizan sobre lo que se ve e introducen al visitante al cien por cien en cada uno de los lugares. «Los precios están estipulados por la asociación de Galicia y no son demasiado caros», explica Rosa Mari. Ourense no está sobre un volcán, aunque muchos se hayan ido a sus casas creyéndolo.