Tan solo diecinueve de las playas fluviales de la provincia de Ourense tienen la categoría de zonas de baño controladas y, por lo tanto, disponen de todas las garantías sanitarias. El resto, sean o no utilizadas por los ciudadanos, carecen de habilitación y, oficialmente, no deberían emplearse para el baño humano.
Lejos de la famosa clasificación marítima de las banderas azules, las playas fluviales son objeto de un control parcial por parte de las autoridades sanitarias en cuanto a calidad de sus aguas. En la provincia de Ourense, el listado de la Consellería de Sanidade incluye únicamente a diecisiete municipios y diecinueve playas. Son las únicas zonas de baño autorizadas por Sanidade, que se ha adaptado a la nueva normativa europea aunque sin grandes cambios de fondo, al menos en la relación con el ciudadano.
Al contrario que con la legislación anterior, no son los ayuntamientos quienes solicitan la habilitación de sus zonas de baños sino que corresponde a la Xunta realizar un registro. En este primer año de cambio normativo la administración autonómica ha optado por incluir en el listado las playas que en el año 2007 contaban con autorización. Es una selección que garantiza la salubridad de las aguas en diecinueve puntos de la provincia y que deja fuera a decenas de zonas que tradicionalmente se utilizan para el baño estival.
El concepto de zona de baño, explica Beatriz Mora, jefa de sección de sanidad ambiental, «é moi ambiguo porque se fala dunha zona utilizada habitualmente para o baño por moita xente. Hai algunhas desas que deron mal hai tempo nos controis e foron desaparecendo da listaxe actual». Si, a pesar de eso, se siguen utilizando es una cuestión que se escapa al control, de oficio, de la Consellería.
«Se non están controladas -apunta Mora-, Sanidade pode actuar ante unha denuncia» aunque, matiza, también podría tener voz en un caso así la Confederación Hidrográfica «porque é quen define os usos posibles do río en función da calidade das augas». En cuanto a la responsabilidad de informar de que el agua no es apta para el baño, la normativa, abunda Mora, «di que o usuario ten que ter información da calidade da zona pero non especifica nada máis».
En ese aspecto, el Ministerio de Sanidad ha creado una aplicación informática, Náyade, que ofrece información concreta y actualizada sobre las zonas de baño autorizadas en cada provincia.
Registro de zonas
En el caso de Ourense, el listado coincide con el del verano pasado; la máxima calidad corresponde a rincones fluviales de los municipios de Beariz, Chandrexa de Queixa, Muíños, Entrimo, Castro Caldelas, A Gudiña y Vilariño de Conso. Con una calificación más baja, pero dentro de la categoría de aptas para el baño, se encuentran playas en Avión, Bande, Baltar, Beariz, Os Blancos, Chandrexa, Entrimo, Laza, Porqueira, A Veiga, Vilardevós y Ourense. En la ciudad están autorizadas las playas de A Antena y A Chavasqueira.
El primer control del 2008 se realizó en el mes de mayo, previo al inicio de la temporada. Las diecinueve playas incluidas en el registro del año anterior fueron consideradas aptas para el baño. El pasado 2 de junio se realizó el segundo; la calidad microbiológica también fue satisfactoria y, asimismo, esas áreas pasaron la inspección visual que realizan los técnicos sanitarios.
«Agora Sanidade evalúa simplemente a calidade microbiolóxica das augas e fai un protocolo de control para ver as condicións ambientais, nas que se inclúen o aspecto da auga (se ten papeis, aceites ou produtos flotando), a limpeza do céspede e a posible presenza de verquidos. Antes o protocolo incluía ver también as dotacións, pero agora non», explica Beatriz Mora.