La Guardia Civil hace un balance positivo sobre la situación de la seguridad ciudadana en Galicia aunque asuntos como la siniestralidad vial o el incremento de robos en las zonas rurales de la comunidad autónoma son cuestiones que siguen preocupando mucho en el instituto armado.
Así se puso de manifiesto ayer en el encuentro que mantuvieron altos mandos de la Benemérita de Galicia. Se trataba de una reunión de trabajo que, de forma excepcional, tuvo como escenario la provincia de Ourense, concretamente, el parador de turismo de Santo Estevo de Ribas de Sil. Hasta allí se desplazaron el general jefe de la zona, Manuel Ferreiro Losada, el teniente coronel responsable de la Agrupación de Tráfico, José Luis Ulla Rega, el comandante jefe del servicio de información, Javier Molano y, entre otros, los cuatro jefes de las comandancias de las que dispone la Guardia Civil en Galicia.
Benedicto González, teniente coronel responsable del cuerpo en Ourense, hizo las veces de anfitrión en un encuentro en el que, sobre todo, se habló de la necesidad de aumentar los controles para garantizar la seguridad ciudadana y, particularmente, la seguridad vial.
En este sentido, los mandos reconocieron la necesidad de aumentar los controles en carretera para evitar que circulen por las calzadas gallegas conductores que no tienen el carné de conducir -hecho que a día de hoy supone además un delito penal- así como para reducir en la medida de lo posible los niveles de accidentalidad que, pese a una paulatina reducción, siguen siendo preocupantes.
Eficacia policial
En lo que respecta al trabajo en las zonas rurales, los participantes en la reunión destacaron que, a pesar del aumento de la eficacia policial -traducida en que cada vez los casos se resuelven de una forma más rápida y eficaz- sigue siendo necesario estrechar los controles de vigilancia para evitar el aumento de robos tanto en las villas y municipios, como en los lugares menos habitados de la geografía de Galicia.