En conocimiento de la Policía Autonómica se ha puesto, por parte de la Dirección Xeral de patrimonio, el atentado contra el monasterio de Xunqueira de Espadañedo consistente en varias pintadas en una escalera y muro. En la mañana de ayer se acercaron a la localidad la autora del proyecto de restauración, Ana Recuna y un técnico de Santiago. La delegación provincial de Cultura envió también técnicos. Al alcalde le dijeron que se ofrecerá una explicación técnica de las obras que se están haciendo, incluido el canalón. Sobre la escalera de madera quedaron en hacer un estudio para buscarle otra solución a ese acceso vertical.
El alcalde, Ricardo Lage, pidió explicaciones sobre las obras que se efectúan del mismo modo que lamentó que desconocidos mostrasen su protesta haciendo pintadas. Ayer comenzaban las labores de limpieza de éstas, sobre todo las del muro de piedra, por parte de un equipo municipal.
«Sobre el canalón dijeron que no llega al final de la fachada porque recoge mucha agua y que el ala que queda sin recorrer por el canalón queda protegida de la lluvia por las tejas que sobresalen».
El delegado provincial de Cultura, Xosé Carlos Sierra, que ayer por la mañana estaba reunido en Santiago, dijo que la consellería «leva estudando esta cuestión un mes. Os técnicos están falando coa empresa sobre as modificacións que se fixeron ou que se podan facer e pola nosa banda denunciamos as pintadas porque quen protesta facendo pintadas sobre un monumento descalifícase a si mesmo».
Sierra añadió que la consellería está abierta al diálogo «pero os vándalos non son quenes nos marcan a axenda. estamos abertos a escoitar ós veciños. Estudiarase esta cuestión para ver o que se está facendo e o que se pode modificar se procede», indicó el delegado provincial.
Lage explicó que hay otras formas de protestar en vez de dañar así los monumentos. Parece que la pintura sobre la piedra será relativamente fácil de eliminar. El monasterio de Xunqueira es una fundación del siglo XII. Fue filial de Montederramo hacia 1170, luego fue priorato y recuperó su título de abadía en el siglo XVI en el que se integro en la Congregación de Castilla.