La empresa leonesa Tacsa recibirá 22.273,69 euros de la barquense Hermaca por haber plagiado su modelo de máquina de cortar pizarra de forma irregular. El dinero estipulado responde a la cantidad que la factoría Técnicas de automatización de canteras Salas (Tacsa) dejó de ganar al no vender una máquina de esas características que sí colocó la empresa de O Barco.
Además, Carpintería metálica Hermaca deberá «cesar de modo inmediato en la fabricación, comercialización y venta de máquinas de cortar pizarra de forma irregular que invadan el ámbito de exclusividad de la patente» de Tacsa, según aparece reflejado en la sentencia. También se le embargarán para su posterior destrucción «cuantas máquinas construidas o en proceso de construcción con violación de la patente se hallen en poder de la demandada y de los medios exclusivamente destinado a la fabricación de dichas máquinas».
El proceso que ahora ha llegado a su fin con la sentencia de la Audiencia provincial de A Coruña, sobre la que no cabe recurso, a favor de Tacsa comenzó en el año 2006. Una visita rutinaria a una cantera valdeorresa para reparar una de sus máquinas propició que los técnicos viesen el plagio. Tacsa decidió entonces emprender acciones legales.
El año pasado el juzgado de lo mercantil de A Coruña dictaminó las mismas medidas que ahora han sido rubricadas por la Audiencia, con la única salvedad de que entonces se cifraba en 44.485,62 euros la indemnización a pagar porque consideraba probado que habían sido vendidas dos máquinas. En la Audiencia entendieron que únicamente se puede demostrar que se vendiera una, que es precisamente la misma que destapó el plagio y que fue analizada por los peritos a fin de determinar si se había producido un caso de plagio.
Desde Tacsa dicen estar muy contentos con la sentencia por lo que representa de cara a la copia de maquinaria. «La gente se cree que cambiando cuatro tornillos ya está, que no se puede hacer nada; y no es así», explica su gerente, Ana López. «Esto sienta un precedente muy importante, porque demuestra que quien inventa y se gasta mucho dinero en investigar después tiene una patente que le protege», añade.
La sentencia ha dado alas a Tacsa para emprender un nuevo frente judicial. El demandado será, de nuevo, la carpintería metálica Hermaca y el objeto en cuestión se trata de una máquina de alimentación automática de pizarra. «De momento les hemos mandado un aviso, pero si no responden seguiremos los procedimientos legales. Porque esta sentencia que nos da la razón ha tardado mucho, pero ha llegado», remarca.