«Lo ideal sería tener en Ourense un museo diocesano de arte»

Jesús Manuel García

OURENSE

Muestra su preocupación ante el aumento de robos de obras en las iglesias. Estima que, aún a riesgo de ser contextualizadas, tendrían que estar en un lugar seguro

09 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Natalia Figueiras Pimentel (Ourense, 1976) es licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Santiago, titulada en Restauración por la Universidad Politécnica de Valencia y además de dirigir el recién abierto Centro Técnico San Martín de la diócesis, aún tiene tiempo para avanzar en su tesis doctoral sobre el problema y tratamiento de la degradación de la escultura policromada. Le preocupan las recientes noticias de robos de piezas de arte en iglesias de la provincia.

-¿Cómo ve esos hechos?

-Aunque parece que es algo que no pueda interesar, sí veo factible que cualquiera puede hacerlo. No sé cómo se investigan estos robos pero estamos preocupados por las obras desaparecidas y por las que se siguen robando en parroquias o incluso aquí.

-¿Ya han tenido indicios de presencia de ladrones en este centro?

-La misma noche en que robaron la imagen de San Lázaro en Barrán, Piñor, saltó la alarma en nuestro centro de madrugada. Vino la policía pero no halló señales de que la puerta o ventanas estuviesen forzadas. No pasó nada pero puede pasar. No podemos hacer la vista gorda.

-Vaya.

-La mayoría de las obras no aparecen. Si se recuperan podemos tener confianza.

-Al menos las tres desaparecidas tienen foto y están publicadas.

-¡Pero si las venden en el extranjero...! Si roban una obra de El Greco, se moviliza la policía internacional pero estas son esculturas del arte popular de unas parroquias y se ve que antes de ser robadas ya estaban vendidas.

-En el Centro San Martiño, que es de la diócesis, ¿almacenan obras de las parroquias por seguridad?

-Tenemos un depósito y vamos a trasladar un retablo de Ribadavia que se guarda en una rectoral en mal estado. Se halla desmontado desde hace años. El proyecto es traerlo aquí antes de que lo roben. Está previsto también traer obras en mal estado que no se pueden restaurar por razones económicas o de otra índole. Al menos estarán catalogadas y estables aquí. De la Xunta esperamos el permiso para actuar en el retablo, en una iglesia de Carballeda de Avia. Trabajaremos todo el equipo allí durante cinco meses. Las esculturas las traeremos al taller para su tratamiento.

-Vienen a mi cabeza piezas de iglesias de la provincia cuya seguridad peligra. Por ejemplo, el Cristo medieval de San Salvador, en Allariz.

-Estamos preocupados por esa imagen. La gente se revolvió contra la idea de llevarlo a Allariz para protegerlo. Yo sinceramente creo que ante una ermita así cerrada que se abre escasas veces al año en un pueblo pequeño y apartado, con apenas vecinos, es preferible trasladar el Cristo a la parroquial de Allariz y subirlo a su capilla para el día de la fiesta. Todas las obras corren riesgo de ser descontextualizadas pero lo ideal sería tener en Ourense un museo diocesano de arte.

-En una provincia tan espléndida en arte, ¿qué podemos hacer ante esta inseguridad?

-Yo recomiendo que los vecinos se interesen por le patrimonio que tienen en sus pueblos. A través de un mejor conocimiento de esas obras se despierta la sensibilidad. Esta es la clave. Y estar alerta. No se puede montar día y noche guardia ante la iglesia pero si se fomenta la difusión del patrimonio local estaríamos todos más involucrados. Al restaurar algo, si la gente lo apoya y se interesa, lo vivirá como algo propio. El patrimonio cultural es algo nuestro.

-Ahí están las raíces de nuestra cultura, de lo que somos.

-Aparte de tener una fuerza religiosa, esas obras de nuestras iglesias nos hablan de nuestros antepasados, nos cuentan no sólo la historia del santo que representan sino también del pasado de nuestro pueblo.