El cuadro onubense no es el mismo de la campaña pasada, pero acaba de superar con solvencia al Espanyol
26 sep 2007 . Actualizado a las 02:01 h.Como recordó en su momento Javier Irureta, existe una máxima ignaciana que reza que en la tempestad, lo mejor es no variar el rumbo. Hoy (a las ocho de la tarde, en Riazor), el Deportivo buscará su particular norte en esta Liga contra el Recreativo de Huelva. Según algunos, rivales directos. Lo cierto es que ambos confluyen tras una temporada en la que las diferencias eran demasiadas. El último recuerdo que dejaron los onubenses en el estadio coruñés fue un dos a cinco que Juan Rodríguez se encargó de remover anteayer.
Pero esta temporada las cosas han cambiado ligeramente. El Dépor del patadón y el autobús quiere dar paso al del tiqui taca y, aunque le está costando un poco, porque los resultados no acompañan todo lo que debieran, la tendencia es positiva. Por su parte, el de hoy es un Recreativo venido a menos, con Víctor Muñoz en lugar de Marcelino, Viqueira, Uche y compañía. Demasiado desequilibrio en la balanza de las ilusiones onubenses.
El Deportivo viene de empatar en Getafe con un juego decepcionante tras el reiterado discurso de Lotina del fútbol de toque. También es verdad que la decepción fue compartida con el rival, cuyo técnico, Michael Laudrup, abraza similares teorías balompédicas. El Recreativo llega a Riazor con la moral algo más reforzada, tras el baño al Espanyol y el redescubrimiento de Javi Guerrero.
Los blanquiazules llevan siete meses sin enlazar tres encuentros consecutivos sin encajar un gol. La fortaleza defensiva de la pasada campaña no es tal en la actual Liga, pero el equipo evoluciona en seguridad. Los vaivenes son hasta normales, según los técnicos. Las estadísticas de Dudu Aouate son un ejemplo de ello. Mientras que se estrenó en la temporada 2007-2008 encajando tres goles contra el Almería en un solo partido, ahora lleva más de doscientos minutos sin recoger una pelota de dentro de sus tres palos.
El Deportivo no realizará grandes cambios en su alienación, a pesar de la acumulación de partidos en estas dos semanas. Lotina piensa que la continuidad ayuda a un equipo joven a afianzarse en la Primera División. Víctor Muñoz sí modificará en parte su once inicial a fin de repartir un poco los esfuerzos. Javi Guerrero llega con ciertas molestias físicas y hasta última hora no se decidirá acerca de su titularidad, aunque su participación a lo largo del encuentro parece asegurada.
Al Deportivo le espera el domingo un choque en el estadio Olímpico Lluis Companys de Barcelona para enfrentarse a un Espanyol que no está precisamente en su mejor momento.
Después de haber comenzado la Liga a trancas y barrancas, el cuadro coruñés seguirá perfilando su identidad bajo las órdenes de Lotina.