Quejas entre los clientes de Santo Estevo por las fiestas del pueblo

OURENSE

02 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Recién llegados a casa después de las vacaciones, que incluyeron escala en Ourense, turistas de diferentes rincones de España descargan con disgusto las fotos de su viaje. Y lo hacen para denunciar el mal estado del entorno del parador de Santo Estevo de Ribas de Sil coincidiendo con su estancia. Y es que los días de mayor ocupación hotelera de todo el año -del 15 al 17 de agosto- coinciden con las fiestas del pueblo y el espíritu festivo de los vecinos contrasta claramente con el deseo de descanso de los huéspedes.

La fiesta tiene lugar, desde que se abrió el parador, en la plaza del Monasterio, donde se instalan el escenario de la orquesta y algunos puestos de feria. El derecho a la diversión de los vecinos choca directamente con las pretensiones de los turistas que acuden a Santo Estevo atraídos por la tranquilidad del rincón monástico y natural. Así, algunos clientes denuncian, ahora que ya están de vuelta en casa, las molestias generadas por la música hasta altas horas de la madrugada y por las bombas que anuncian el inicio de cada jornada festiva.

Paradores ha recibido, un año más, quejas de sus huéspedes por los problemas para descansar y por la suciedad en la entrada del monasterio.

Animados por la promoción turística de la Ribeira Sacra, los turistas llenan el parador durante el fin de semana grande del mes de agosto. Eso sí, la celebración de las fiestas del pueblo empaña, según algunos de los visitantes explican, la buena imagen de la zona, uno de los iconos turísticos de la provincia truncando así, en cierta medida, los esfuerzos de dinamización.