?a Confederación Hidrográfica trabaja a marchas forzadas para actuar en las zonas devastadas por los incendios antes de que lleguen las aguas, lo que será sinónimo de escorrentías, arrastres de materiales, contaminación de los cauces fluviales y, en algunos casos, problemas en las captaciones y los abastecimientos por la acumulación de ceniza y materiales orgánicos. Personal de Tragsa trabaja actualmente en los montes afectados por el fuego junto al embalse de Cachamuíña contruyendo barreras vegetales para evitar el arrastre de materiales y la deforestación cuando lleguen las lluvias. Además se contempla la creación de pequeñas represas, barreras o canales para recoger los materiales de los montes afectados y, ya más adelante, la siembra manual o la hidrosiembra para que los terrenos arrasados por los incendios en este verano sufran lo menos posible los efectos de la erosión y la desertización. La zona de actuación fue visitada ayer por el presidente de la Confederación, el responsable de Tragsa, Carlos de la Peña, y Benito Reza, de Medio Ambiente. En el caso de la provincia la de Pereiro es, en la actualidad, la única actuación en marcha aunque se va a trabajar en montes de varios municipios, en las zonas de protección de los cauces fluviales. Según los datos facilitados ayer por Jorge Marquínez, presidente de la Confederación Hidrográfica del Norte, a «día 4 de septiembre, teníamos contabilizadas un total de 22.500 hectáreas quemadas por los incendios forestales en las cuencas de los ríos Miño y Limia». Las previsiones de la Confederación son trabajar sobre 200 km., un total de 4.000 hectáreas, en las provincias de Ourense y Pontevedra. Municipios Según los datos facilitados ayer por la Confederación se contempla realizar actuaciones similares a las que se desarrollan en Pereiro en los municipios de Ourense, Amoeiro, A Gudiña, Maside, Avión, Melón, Coles, Vilamarín y Xunqueira de Espadañedo.