Sólo cuatro concellos de la provincia solicitaron voluntarios para el monte

Pepe Seoane OURENSE

OURENSE

SANTI M. AMIL

Allariz, Rairiz de Veiga, San Xoán de Río y Cartelle apuestan por la vigilancia preventiva El delegado de Vicepresidencia de la Xunta considera que la demanda está siendo escasa

22 ago 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

La oferta que desde Vicepresidencia de la Xunta se trasladó a los concellos y mancomunidades de la provincia de Ourense, para la distribución de grupos de voluntarios que participen en labores de vigilancia de los montes gallegos como acción preventiva contra los incendios forestales, está teniendo un eco especialmente bajo en Ourense. Según los datos que maneja el delegado de Vicepresidencia, Xosé Francisco Ferreiro Abelleira, únicamente cuatro municipios han aceptado la propuesta. Se trata de dos municipios con equipos de gobierno del BNG (Allariz y Rairiz de Veiga), junto con uno del PP (Cartelle) y otro, San Xoán de Río, en el que gobierna un grupo de concejales independientes con el apoyo del BNG. La proporción de aceptación del voluntariado resulta mínima, si se tiene en cuenta que la provincia cuenta con un total de 92 ayuntamientos. Respuesta pobre El delegado de Vicepresidencia, Ferreiro Abelleira, sin dejar de resaltar que desde la Xunta se ha enviado el mensaje a la totalidad de los concellos, considera que la respuesta está siendo muy pobre, máxime cuando el gasto para los concellos apenas es significativo si se ponderan los beneficios que sin duda reportará la presencia de los voluntarios en los montes. La delegación de Vicepresidencia, sea como fuere, mantiene la céntrica residencia Florentino López Cuevillas como punto de referencia para el operativo de voluntarios. Al margen de que los contactos de los particulares hayan de hacerse por teléfono y la asignación se esté coordinando desde la Dirección Xeral de Xuventude e Voluntariado, donde se centraliza la información sobre las circunstancias particulares, las preferencias y las demandas de los concellos, en Ourense se ha reservado una hora y cuarto, a partir de las diez de la mañana, para que los voluntarios con destino acudan a recoger el material que les corresponde a la residencia de estudiantes. La inscripción, sea como fuere, ha de hacerse de forma telefónica en los servicios centrales. Los voluntarios, según resalta el representante de la Xunta, cuentan con seguro de accidentes y los concellos únicamente se han de comprometer a ofrecer a estas personas, en su mayoría jóvenes, comida y desplazamiento. Del resto del equipo, desde la mochila hasta los prismáticos, se encarga la Xunta de Galicia. Vigilancia La labor de los voluntarios, que reciben instrucciones muy precisas por parte de personal especializado de los servicios de defensa contra incendios una vez que se encuentren en su lugar de destino, se ciñe a labores de vigilancia, información y avituallamiento al personal que se encuentra en las distintas líneas de fuego. En momento alguno se dedicarán a extinción ni, frente a la posibilidad que inicialmente se apuntó, a labores de mera limpieza. La coordinación institucional de los voluntarios, después de la grave oleada de incendios que se produjo en Galicia durante la primera quincena del año, permitirá sumar y rentabilizar la marea de solidaridad e inquietud generada por el fuego y sus perniciosos efectos. El primer paso, de todos modos, lo dio un grupo que se formó a partir del Comité de Defensa do Monte Galego, con carácter estrictamente independiente y con Ourense y su área de influencia como objetivo prioritario. Prefieren mantenerse alejados de los flashes y desarrollar su actividad en silencio, con el fin de que sea más eficaz. Al mismo tiempo, ocultan los lugares por donde se mueven y actúan, con el fin de que su presencia no represente un reto añadido para los incendiarios.