La Xunta declaró por segundo día el «nivel uno» de riesgo en el entorno de la ciudad La provincia mantenía diez incendios activos a primera hora de la noche
11 ago 2006 . Actualizado a las 07:00 h.?a excepcional oleada de incendios forestales que padece Galicia en estos primeros días de agosto, una situación que en Ourense se está dejando sentir en áreas del perímetro rural de la ciudad y en también de municipios limítrofes, no sólo mantiene en estado de alerta permanente a los efectivos de las brigadas de extinción, bomberos y fuerzas de seguridad, sino que también ha alentado la solidaridad en otras comunidades. La presencia de bomberos procedentes de Cantabria y Euskadi se está dejando sentir en los últimos días, con sus vehículos y la mejor disposición personal para echar una mano, igual en Vilamarín como ayer mismo en Ourense. La expedición vasca incluye siete bomberos de Vitoria, con una motobomba y una pick-up, junto con otros ocho de Bilbao, con una motobomba y un vehículo ligero. También de Cataluña se desplazaron voluntarios, como de Cantabria, con una dotación de bomberos. Todos reforzaron a sus compañeros de Ourense en sus continuas salidas durante la jornada al entorno de Vilar de Astrés, Covadonga, Bobadela y Casardomato, donde ayer se centró la actividad de los trabajadores del servicio urbano de defensa contra incendios. Los refuerzos en otros puntos de la provincia, donde este año no se ha alcanzado la tensión de años anteriores, proceden también de Portugal. Fuerzas de seguridad El nivel de apoyo exterior incluye también la presencia de agentes de policía, que prestan apoyo a la unidad adscrita de policía autonómica, que comparte con la Guardia Civil las competencia sobre actuación e investigación de los asuntos relacionados con incendios y defensa del medio ambiente. La jornada, en lo que se refiere a los incendios, ha vuelto a tener en la ciudad uno de los puntos de referencia, aunque no el único. Superada la zozobra de la madrugada de viernes, en la que el fuego mantuvo en vilo a los vecinos de una amplia zona del norte de la ciudad, desde Cudeiro hasta Casardomato, los restos del incendio y las sucesivas reproducciones hicieron necesaria la presencia de medios aéreos de los servicios de extinción de la Xunta, brigadas de tierra y también de los bomberos de la capital, que, en ocasiones, precisaron del apoyo de la Policía Local en situaciones puntuales, como el corte de tráfico de la carretera a Vilar de Astrés, desde Eiroás, entre las 10,45 y las 11,45 de la mañana. La Xunta activó de nuevo las alarmas al declarar el fuego como de nivel uno de riesgo por la proximidad del fuego a las viviendas. Los bomberos se mantenían en estado de alerta al cierre de esta edición, ante el temor de nuevas reproducciones y de que se propagase hacia el este, en dirección a Untes y Santa Cruz de Arrabaldo. Fuegos activos A primera hora de la noche, según fuentes de la Consellería de Medio Rural, permanecían activos y sin control distintos incendios en Toén, O Carballiño, Cenlle, Chandrexa de Queixa, Avión, Amoeiro, Piñor, Vilamarín y Cea, aparte del de Ourense, que la administración autonómica localiza en Castro de Beiro. Se consideraban controlados otros incendios del día de Melón, Pereiro de Aguiar, Vilar de Barrio, Coles, Avión, Allariz, O Irixo, Oimbra, Paderne de Allariz y Maside.