El concierto de Fangoria en A Rúa sólo atrajo a 300 personas el viernes

Miguel Ascón Belver
Miguel Ascón O BARCO

OURENSE

28 ago 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

El concierto de Susana Seivane en O Barco (con gran éxito de público y gratuito), el precio (quince euros en taquilla), el cambio de fecha (se había previsto para el trece de agosto) y el cambio de localización (el pabellón de deportes en lugar del campo de fútbol de O Aguillón). Todas los inconvenientes hicieron fuerza ayer para convertir el concierto de Fangoria en un desastre de público. Al pabellón rués acudieron poco más de 300 personas para escuchar a Ibidem, Loom y Fangoria, tres grupos que venían a fortalecer la primera edición del festival Música Na Rúa. El festival estaba organizado por la promotora Run-Rum, a la que el evento le ha costado alrededor de 30.000 euros. El Ayuntamiento, a parte de las instalaciones y los servicios de seguridad aportó también 12.000 euros. Dadas las circunstancias, las críticas del Partido Popular no se han hecho esperar. Antonio Bello, concejal del PP, dice que la cancelación provocada por la muerte del cuñado de Alaska hubiera sido «una buena oportunidad para no celebrarlo y ahorrarse 12.000 euros». Según ellos, el concierto dió una sensación penosa con tan poco público y añaden que a medio concierto se habían marchado un centenar de personas. «En un Concello como éste, con tantos problemas económicos, no estamos para hacer ciertas alegrías», concluye Bello. El concejal de la oposición, que acudió al concierto, asegura que el cambio de localización se debió a que «ibamos a ser 300 aburridos y tuvo que meterlo en el pabellón». Ello provocó que, según Bello, el sonido fuese muy malo, debido a las deficientes condiciones acústicas del emplazamiento. El PP critica básicamente el derroche económico y el hecho de no organizar actos «con respuesta efectiva de los vecinos». La promotora decide El alcalde de A Rúa, José Vicente Solarat, asegura que la decisión se cambiar lugar se tomó hace cinco días y fue la promotora quien prefierió el pabellón. En referencia al gasto que ha supuesto para el Concello afirma que ha sido menor al del año pasado en la que el concierto lo organizó el municipio y tuvo pérdidas de más de 18.000 euros. Solarat reconoce que el precio fue caro y asegura que aconsejó a la promotora rebajarlo de quince a diez euros. «La gente no está por la labor de pasar por taquilla», concluye. Además, asegurá que no respondió el área de influencia de Valdeorras.