La vida y la obra de Carmen Martín Gaite se pueden ver en el Municipal y en Marisa Marimón se exhiben grabados En el Liceo se muestra el trabajo de la pintora y restauradora Eva Torres
09 ene 2003 . Actualizado a las 06:00 h.A La exposición-homenaje del Círculo de Lectores a Carmen Martín Gaite, que la Fundación Caixagalicia presenta en el Museo Municipal, es una ventana abierta al mundo, bajo el prisma de un título significativo: Lo raro que es vivir. Está tomado este título, a su vez, del título de una de las novelas de esa autora: Lo raro es vivir, que -ya a la altura de 1996- expresaba la síntesis de su sentido de la vida cuando vivía, para utilizar una frase de Quevedo, «con el pie ya en el estribo», se entiende cara al último viaje. Esa vida, que no la aburrió nunca, se inició en 1925, para extinguirse en el 2000. Tampoco la defraudó: ganó, muy joven, el Premio Café Gijón y el Nadal (con la novela Entre visillos); y, al fin, ya muy mayor, el Príncipe de Asturias de las Letras y el Nacional de la Letras. Podría haber sido académica de la Lengua y no quiso. Mujeres y literatura Carmen M. Gaite -como se firmaba-, pertenece a una generación de mujeres novelistas que llegaron a la literatura «entre visillos». Al visillo lo define así el diccionario de la Real Academia: «Cortina pequeña que se coloca en la parte interior de los cristales para resguardarse del sol o impedir la vista desde fuera». Entonces -al llegarle su hora a la llamada «generación de medio siglo» o «de los 50»- las mujeres descorrieron esos visillos y entraron en tropel en el mundo de la novela de la postguerra española: fue la hora de, no sólo Carmen Martín Gaite, sino, también, Concha Alós, Carmen Conde, Mercedes Fórmica, Eulalia Galvarriato, Carmen Kurtz, Elena Quiroga, Carmen Laforet, Susana March, Ana María Matute, Mercedes Medio, Marta Portal, Mercedes Salisachs, Elena Soriano y un largo etcétera, si bien aún los hombres triplicaron su cifra en la novela española de la época. Pero ellas habían abierto ya los visillos de sus ventanas, cierros y galerías, al pleno sol de la calle y de la literatura. En el Liceo Recreo Ourensano, expone por tercera vez Eva Torres: una pintora joven ourensana, restauradora de arte -con su licenciatura en Bellas Artes más el Master de la Universidad de Alcalá de Henares en restauración y rehabilitación de obras de arte-. Realismo fantástico Pinta al óleo, sólo con espátula, mezclando los colores directamente sobre el lienzo; y se dedica especialmente a los paisajes naturales, inscribiéndolos en el género del realismo fantástico. Su pintura aparece como sutilmente tributaria, en el espíritu y en los colores, del romanticismo alemán por una parte y del gran paisajista inglés igualmente romántico Turner por otra. El romanticismo alemán, que para Hegel -en su Estética- es «esencialmente espiritual», le presta radicalismo y exaltación; y Turner, a su vez, le inspira lo que la historiadora del arte Erika Bornay señala así: «Con Turner la naturaleza se torna destructiva, huyendo de lo doméstico y lo apacible. Grita». Colectiva de grabados La galería de arte Marisa Marimón expone una muestra colectiva de grabados, de los artistas Luis Seoane, Joan Hernández Pijuán, los hermanos Pedro y Eduardo Tchillida Belzunce -hijos del célebre escultor Chillida-, Xabier Toubes y Anne Heayvaert. El gran pintor gallego Seoane destaca como grabador en las xilografías -grabados sobre madera-. El pintor y grabador Hernández Pijuán -catedrático de Pintura, académico de Bellas Artes de San Fernando y Premio Nacional 1981 de Artes Plásticas- tiene obras en todo el mundo y se formó como grabador en la Escuela de Bellas Artes de París. Toubes, coruñés avecindado en Chicago, ha sido sucesivamente profesor de arte en la University of North Carolina at Chapel Hill, director artístico del Centro Europeo de Cerámica de S-' Hertogenbosch (Países Bajos) y director del Centro de Cerámica de Chicago. La Heayvaert (Memphis -Tennesse, 1959), es codirectora de la Fundación Centro Internacional de la Estampa Contemporánea de Betanzos.