Los actos de la IV edición de la Festa do Cabalo do Val de Gomesende se vieron ayer deslucidos por la presencia de la lluvia, que obligó a suspender por la tarde la celebración de la popular corrida de toros, en la que se iba a rendir homenaje al rejoneador Curro Bedoya.
23 jul 2000 . Actualizado a las 07:00 h.Aún así, por la mañana si se pudieron llevar a cabo los actos programados por la organización de esta feria, que, un año más, se está convirtiendo en referente del mundo del caballo. A las diez, comenzó la ruta técnica, patrocinada por el Patronato provincial de Turismo, en la que participaron un gran número de aficionados. Tras la exhibición de doma, se celebró una misa popular en el santuario de O Val de Gomesende. Por la tarde, tras una comida de fraternidad, tuvieron que suspenderse todos los actos programados a causa de la incesante lluvia, entre ellos varias pruebas ecuestres y el popular festival taurino, que hasta el último momento estivo a punto de celebrarse, aunque finalmente la organización decidió suspenderlo. A pesar de todo, un gran número de personas de toda la provincia, armadas de impermeables, se acercaron durante todo el día hasta esta localidad para presenciar las actividades, y los más aficionados para participar en algunas de ellas.