El santuario de Nosa Señora da Guía

J.M.G. OURENSE

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LA OTRA RIQUEZA OURENSANA Romeros de Galicia y Portugal se acercan cada primavera a este foco de devoción en Gomesende Por la carretera que desde Celanova lleva hasta Cortegada y A Cañiza, el viajero llegará a San Lorenzo, en el término municipal de Gomesende. Allí, desviándose por la pista que lleva a Fustás, podrá acercarse hasta el santuario de Nosa Señora da Guía. En un otero, se adivina la iglesia, muy restaurada, rodeada de amplio atrio y de un espacio abierto y asfaltado en el que sobresale un enorme crucero moderno hecho con un sólo bloque de granito. Si el día está claro, las vistas son sugerentes. Se desconoce el origen del culto en esta zona a la Virxe da Guía que, en el siglo XVIII, estaba muy arraigado. Su romería es sonada.

26 may 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

En el siglo XVIII, dice Enrique Bande, se celebraban todos los domingos y festivos procesiones y autos, tal y como refleja una novena publicada en Santiago en el año 1777. En el siglo XVI se construyó un pequeño santuario con el material de dos capillas que la tradición sitúa en los pueblos de San Paio y Cortiñas. Bande considera que en este lugar de Gomesende el culto mariano serviría para cristianizar cultos anteriores a las aguas y a los campos. Ayudaron a levantar el actual santuario el obispo de Ourense y el arzobispo de Santiago, que concedieron indulgencias parciales a cuantos con su trabajo y donativos permitiesen la construcción. De 1833 data la ampliación del templo haciéndose la tribuna en 1870, ajustada en quinientos reales por José Álvarez, natural de San Paio. El campanario fue derribado por los fuertes vientos en mayo de 1885, provocando más desperfectos en la estructura del edificio. El santuario actual se supone que fue construido a finales del siglo XVIII habiendo en este lugar con anterioridad una capilla dedicada a la Virgen y a San Paio que se cree fue levantada en los últimos años del siglo XVI. El templo tiene fachada coronada por una espadaña decorada con bandas acanaladas. En esta fachada se ve una corona real y una cruz con la inscripción: «Ave María purísima». La iglesia es de una nave, con cabecera rectangular donde está el camarín con enmarcación realizada en madera. Allí está expuesta la imagen de la Virgen, a caballo, con San José.