«Adolescencia», para pensar

Cartas al director
cartas al director CARTAS AL DIRECTORO LECER DE ISOLINO

OPINIÓN

Ben Blackal / Netflix | EFE

10 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

«Adolescencia» y adolescentes 

Acabo de ver Adolescencia. Es una miniserie dura que no moraliza, no señala culpables. Solo presenta una realidad compleja, entrelazada, que nos obliga a reflexionar. A pensar en qué mundo están creciendo nuestros hijos, qué mensajes consumen, qué saben sobre la verdad de la vida, quién los acompaña, quienes son sus referentes, y quién no. A pensar, en definitiva, en lo frágil que puede llegar a ser la adolescencia… y en la dureza que puede albergar cuando no se la escucha o cuando se les intenta engañar sobre la verdad de lo que ellos son y de lo que realmente pueden llegar a ser.

Sí se puede educar bien a los adolescentes. Después de ver esa serie te quedas frío, te entra miedo pues te ves sin respuestas, sin saber qué hacer, simplemente deseas que no le pase a nadie de tu familia. Quizás habría que empezar contándoles la verdad de lo que son y de lo que pueden llegar a ser, sobre todo con la coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos. Señalarles que la verdadera felicidad en esta vida se encuentra en procurar hacer felices a los demás. Si lo aliñas con la confianza, el cariño, con la paciencia, con el tiempo de dedicación y la ayuda de amigos que saben, se puede, claro que se puede. Ernesto López. Santiago.

 Un padre pesado

A eso de las nueve y diez de la mañana, Juan y su hija María se disponen a salir camino del colegio. Antes de hacerlo, Juan le pregunta:

—¿Has hecho pis?

—Sí.

—¿Llevas todo lo de las asignaturas de la mañana?

—Sí.

—¿Has metido el agua y la merienda en la mochila?

—Sí.

—¿Estás segura?

—De lo que estoy segura es de que eres un pesado.

Juan reflexionó, recordó que su padre también era muy machacón y pesado. La niña tiene razón, no puedo ser tan pesado, se dijo. E hizo propósito de enmienda. Al día siguiente, a eso de las nueve y diez de la mañana, antes de salir camino del colegio, Juan pregunta a su hija María:

—¿Has hecho pis? ¿Llevas todo lo de las asignaturas de la mañana? ¿Has metido el agua y la merienda en la mochila? Adolfo Penedo. Santiago..

Gaza, un martirio interminable

Os habitantes de Gaza están a vivir un interminable martirio. O apoio de Trump a todas as medidas tomadas por Netanyahu e a pasividade internacional, dan carta branca para que Israel campe levando a cabo todo tipo de atropelos e atrocidades na franxa. O bloqueo da axuda humanitaria e os plans para ocupala militarmente, amosan un nulo respecto polo dereito internacional e un absoluto desprezo pola dignidade humana.

Bombardeos arbitrarios á poboación civil, expulsión dos seus territorios, ocupación das terras, etcétera forman un terrorífico quebracabezas do que aínda se descoñece o seu remate e as súas consecuencias pero que van ser catastróficas para a poboación palestina. Manuel Romasanta Touza. Sigüeiro.