Coqueteo entre PP y Junts, cuestión de principios

Fernando Hidalgo Urizar
Fernando Hidalgo EL DERBI

OPINIÓN

Fernando Sánchez | EUROPAPRESS

18 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

No se sabe muy bien a qué está jugando el PP en sus relaciones con Junts. Es una especie de sí, pero no; o no, pero sí. La realidad es que si lo que se pretende es acortar esta legislatura y provocar la salida de Sánchez de la Moncloa, los populares no pueden vetar a los independentistas catalanes. Necesitan sus siete diputados obligatoriamente para dar un vuelco a la actual situación. O convencer a los vascos, lo que todavía parece más inverosímil.

Pero si saliera la quimérica operación Junts, nos encaminaríamos hacia una alianza minifrankenstein, con el PP liderando, Vox presionando y un Junts que seguiría a lo suyo, que no es otra cosa que exprimir al Gobierno de España.

Obviamente, todo esto es una elucubración (de hecho, ayer Puigdemont dijo de nuevo que no quiere nada con el PP). Pero ahí tenemos la disyuntiva a la que se enfrenta Feijoo. Entregarse a una vorágine ya conocida, en la que el presidente manda lo justo y es chantajeado continuamente, o esperar a que pase el tiempo y lleguen unas elecciones que a saber qué nos deparan.

La cuestión está en las líneas rojas, o en los principios, que quiera instaurar Núñez Feijoo en su partido. Se trata de elegir entre el todo vale para alcanzar la presidencia o unos pilares básicos que rijan la travesía política de un partido sistémico como es el PP.

No es baladí el asunto de los principios. Ningún edificio se construye sin sólidos cimientos. Y un partido que no tenga claros sus valores está condenado a dar tumbos y a vivir enredado en una estrategia maniobrera cortoplacista, justo lo que le sucede al PSOE de Sánchez.

Si la posible reunión entre el presidente del Gobierno y Puigdemont es considerada por muchos la fotografía de una infamia, ¿no sería también una infamia que el PP negociara con los mismos un acuerdo para llegar al poder? ¿Qué es más importante, acabar con la era Sánchez o tener un partido coherente, reconocible y sólido en sus valores?

Sin duda, la situación es complicada para Feijoo, que se encuentra navegando entre diferentes sensibilidades dentro de su partido y que aspira a captar el voto que ahora mismo tiene en sus manos Vox. Pero el poder llama mucho y hay que temerse que, en el caso de que Junts se ponga a tiro, el PP negociará casi lo que sea con tal de desalojar a su rival político de la cúpula del poder. En cualquier caso, no es nada fácil resolver la difícil situación que le ha tocado vivir al líder de la derecha, quien debe elegir entre vivir pensando en el presente o tener un partido tan fornido como fiable de cara al futuro, que cumple con su palabra y se hace fuerte a partir de unos principios que den sentido al propio partido.

Mientras tanto, los socialistas pelean y pelean el favor de Junts y los catalanes presionan y presionan como si no hubiera un mañana. Y así nos va, con un partido político que aglutina el 1,6 % del voto de los españoles y que marca la agenda y se lleva los titulares día sí y día también.