Más de mil días de guerra en Ucrania

Yashmina Shawki
Yashmina shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

OLEG MOVCHANIUK | EFE

12 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya se cumplieron 1.000 días desde el inicio de la guerra en Ucrania o, mejor dicho, desde que Rusia atacó e invadió este país. Camino de los tres años desde ese aciago día, Ucrania suma más de 10.000 fallecidos y 20.000 heridos civiles, así como el mayor desplazamiento forzoso desde la Segunda Guerra Mundial (más de 13 millones de personas). A ello se añade la dramática deportación de 19.500 niños. Como consecuencia, la ONU ha estimado que 14,6 millones de ucranianos, es decir, casi el 40 % de la población precisará ayuda humanitaria en el 2025. Las cifras del otro bando solo pueden ser objeto de especulación por la opacidad del Kremlin. Según algunas fuentes, Rusia sufre una media de 1.350 bajas diarias, siendo octubre el mes en el que se produjeron más pérdidas humanas. Se estima que, desde la invasión, entre fallecidos y heridos, las bajas rusas ascienden a 700.000.

Más allá de la terrible guerra de desgaste, en la frontera oriental de Ucrania se dirime la lucha entre el viejo modelo imperialista ruso y la voluntad pro-europeísta de Kiev. Durante estos más de mil días, el temor occidental a que este conflicto se extienda por el norte y oriente de Europa ha frenado cualquier intervención más directa, lo que ha propiciado la continuidad de los ataques rusos al objeto de consolidar la posesión de las zonas ocupadas.

Sin embargo, la victoria electoral de Trump y su «amistad» con Putin, así como la colaboración de Corea del Norte con Rusia, han cambiado la perspectiva occidental, de tal suerte que, Biden ha autorizado a Zelenski a utilizar los misiles estadounidenses de largo alcance, así como las execrables minas antipersonas. Numerosos expertos señalan que esta decisión se ha tomado demasiado tarde porque Rusia no solo ha avanzado sobre Ucrania, sino que ha lanzado una dura contraofensiva en los últimos días, dañando sus infraestructuras energéticas lo que agravará las penurias de los civiles en el duro invierno que se avecina.

En sus discursos Putin no ha dejado de esgrimir la amenaza nuclear para disuadir a los occidentales de apoyar más a Ucrania. El líder del Kremlin no tiene escrúpulos, pero el uso de este tipo de armas también pone en peligro a los rusos así que no es probable que cumpla su amenaza. Lo que, en realidad pretende es que Trump recorte la ayuda a Ucrania y ganar una guerra que en justicia no debería ganar si el resto del mundo no mira hacia otro lugar.