Añoranza
El pasado lunes contacté con mi centro de salud para la renovación del medicamento que estoy tomando (cuatro días antes de terminarlo). Me dan cita para el lunes siguiente (ocho días después), por lo que me quedo cuatro días sin medicación. Creía que eso era una excepción con mi facultativo, pero, al preguntar a familiares y conocidos, compruebo que esas demoras son las habituales, incluso otros pacientes tienen que esperar mucho más. Dicen que las nuevas tecnologías, la inteligencia artificial, agilizan el trabajo en la sanidad; debe de ser todo lo contrario.
Añoro aquellos tiempos en que te ponías enfermo, ibas a tu centro de salud o especialista, preguntabas quién es el último y el médico te atendía sin ningún problema, hubiese los pacientes que hubiese. Hoy tenemos doce millones y medio de seguros privados y el incremento de estos es proporcional a las listas de espera. ¿A quién le conviene está situación? ¿Porqué los que administran los recursos públicos no solucionan este gravísimo problema? Manuel Díaz Patiño. Culleredo.
Educación sobre la economía del día a día
La educación nos prepara para muchas cosas, pero a menudo olvida lo esencial: el día a día. Comprender cómo gestionar un sueldo, hacer una declaración de la renta o pagar impuestos. Esta falta de educación práctica deja a muchos jóvenes desorientados al entrar en el mundo adulto. Incorporar una asignatura de economía doméstica en el currículo obligatorio sería un paso imprescindible para formar ciudadanos autónomos y responsables. Laia Arroyo López.