Autobuses urbanos y colegio en Ourense
Hay una cuestión que me gustaría abordar sobre los autobuses urbanos de Ourense. Yo siempre, después del colegio, cogía el autobús número 22, dirección residencia, para ir a mi casa. Pasaba a las 14.10 y yo del cole salía a las 14.00 y me daba tiempo de sobra para cogerlo; y si algún día no llegaba a tiempo no pasaba nada, porque después pasa el número 6 a las 14.15 horas.
Pero este año, al empezar el cole, fui a coger el autobús después de salir de clase y me encontré con que el 22 lo había perdido, ya que cambiaron de horario y salía a las 14.05; y, encima, el 6 ya no pasaba por Curros Enríquez y también le habían cambiado el horario. Cuando una vez me dio tiempo a coger el 22, iba petado con muchísima gente y era un agobio: entre tanta gente y que hacía un calor de muerte (aun teniendo las ventanas abiertas y el aire acondicionado), era un estrés. Pero la mayoría de días tenía que esperar a que pasara el bus de las 14.45.
En resumen, llegaba a mi casa a las 15.00 horas, más o menos, y ahora, para que no me vuelva a ocurrir lo mismo, tengo que hacer varios transbordos para llegar más pronto a casa, ya que tengo cole también por la tarde y entro a las 16.00, lo que me obliga a coger otro bus a las 15.30, dejándome casi sin tiempo para comer y vestirme. Laura Rodríguez Rey.
¿Hablar en femenino?
Hace ya un tiempo que voy escuchando con más frecuencia a personas que usan el femenino genérico a la hora de hablar. Profesoras que entran a clase y saludan con un «hola a todas», en vez de «a todos», o políticas que hablan en femenino, independientemente del género de la oyente. Es más, en esta misma carta, también estoy utilizando el femenino genérico. De forma sutil he escrito «profesoras» y «políticas», y he hablado de «la oyente» en vez de «el oyente».
Hay mucha gente que no lo comprende, no le encuentra el sentido o incluso lo critica como si se tratase de una aberración lingüística. Yo no lo veo para tanto. El lenguaje es una convención social, nosotros lo creamos y le damos sentido. No es una ley inquebrantable, y sus normas no son inamovibles. Hay muchos otros aspectos de la sociedad que sí me parecen aberrantes, en cambio, hablar en femenino me parece un pequeño gesto indoloro con gran poder ideológico. Berta Navarro Pardo. Lugo.
Pobre política pobre
La política es tan innoble que permite que vivamos situaciones insostenibles para la mayoría de los españoles, y no quiero mencionar todo lo que está aguantando alguna de nuestras comunidades. Mientras se están ahogando niños y mayores, precisamente los más vulnerables; mientras las pobres gentes se están viendo en la calle anegada de agua y lodo, y lo poco o mucho que poseen está destruido; mientras todo esto ocurre, los políticos aprovechan para arrimar el ascua a su sardina y sacar provecho a su política con tanta miseria. No supieron ni saben cuáles son sus obligaciones para gobernar un país en extremas condiciones, pero sí se saben gobernar entre y para ellos. Nosotros, pobres ignorantes, seguiremos votándoles para que nos sigan gobernando, después de, al menos, adquirir los conocimientos esenciales ante cualquier catástrofe. Pío Pedreira Vilas. A Coruña.
En defensa dos políticos
Cada vez vemos, sobre todo nos medios, moitas máis criticas aos políticos en xeral. Non estou en absoluto de acordo, pois o mesmo que existen médicos, xornalistas e outros profesionais bos e malos, o mesmo pasa cos políticos, coa salvedade de que a estes elixímolos entre todos, así que, se eliximos malos políticos, algunha responsabilidade teremos todos.
Na democracia os políticos son imprescindibles, ou que outro sistema pretendemos? Os que falan tan mal de tódolos políticos, que digan cal é o sistema alternativo, ao mellor son partidarios dunha ditadura, sistema que, por certo, cada vez ten máis defensores.
Non pertenzo a ningún partido, mais pertencín e tiven cargos institucionais, polo que podo falar con máis coñecemento que aqueles que nunca participaron en nada, nin queren; e podo dicir que tiven a sorte de coñecer na política a moita xente honrada e moi traballadora, que defendía diferentes ideas e compartíamos a maioría, igual que nun APA, nunha asociación de veciños, nunha comunidade de montes, etcétera. A xente participa a maior parte das veces desinteresadamente, e, cando cobra, a veces pola responsabilidade que ten, o seu soldo e bastante menor que o de outros profesionais.
Por todo iso penso que merecen un respecto, o que non implica que non se poidan criticar, e si son corruptos ou non o fan ben deberían ser castigados axiña, como calquera persoa, e polo menos, non volver votalos.
A xente debería participar moito máis, e non só nos partidos políticos, senón tamén nas asociacións de veciños, de ensino, deportivas, culturais... E así sabería dende dentro o difícil que é as veces conseguir calquera obxectivo. Iso sí, a participación en política debería ser algo vocacional e transitoria, non profesionalizarse nos cargos. Desta maneira participaría moita máis xente que é o que precisa a sociedade. Xosé-Bieito Coello Coello. As Pontes.