La revolución de la imagen en el diagnóstico de la visión

Francisco gómez-ulla DIRECTOR MÉDICO DE MIRANZA INSTITUTO GÓMEZ-ULLA Y CATEDRÁTICO DE OFTALMOLOGÍA

OPINIÓN

Pedreda

04 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

¿A qué se refiere su oftalmólogo cuando le dice que le va a hacer una OCT? En muchos casos, a pesar de que se ha convertido en imprescindible en las consultas de oftalmología gracias a sus incontables ventajas, los pacientes siguen sin saber en qué consiste. La importancia que esta prueba tiene para conseguir un mayor control y seguimiento de las enfermedades de la visión hace que quiera dedicarle este artículo con la pretensión de acercar un poco más esta prueba de diagnóstico por imagen a la sociedad. Porque de eso se trata, de una prueba sencilla, indolora y no invasiva que permite explorar en detalle la retina.

Para entender su importancia, les diré que la OCT ha supuesto uno de los mayores avances de la oftalmología en los últimos 20 años. Si tienen DMAE, diabetes ocular o un problema en su mácula, seguramente habrán oído hablar de ella, aunque también les sonará si padecen glaucoma o alguna enfermedad del nervio óptico. De hecho, su principal cometido es la valoración y el diagnóstico preciso para saber cuál es el tratamiento más adecuado de su enfermedad y posteriormente comprobar la eficacia del fármaco que hemos administrado o la cirugía realizada en patologías de la retina, la mácula y el glaucoma, aunque su uso se ha extendido hace tiempo también al estudio de otras enfermedades a nivel de córnea y segmento anterior del ojo o para preparar a los pacientes para intervenciones de miopía, hipermetropía o astigmatismo.

Esta prueba nos facilita a los oftalmólogos una información muy valiosa para poder conocer en qué estadio se encuentra una patología, así como si ha sufrido variaciones entre consulta y consulta. Su funcionamiento es muy sencillo. Para que se hagan una idea, es muy similar al de un escáner o un ecógrafo. Sin necesidad de anestesia ni dilatación de la pupila, logramos obtener en unos pocos minutos fotografías del fondo de ojo con un detalle de gran resolución, diez veces mejor que el de las ecografías.

Para ello tan solo será necesario que el paciente mire a un punto fijo. A modo de escáner, se obtiene información de las capas o secciones de las distintas partes de la retina, detectando alteraciones muy sutiles que podrían pasar inadvertidas en otras pruebas de diagnóstico. De este modo, los especialistas podremos saber si debemos modificar el tratamiento prescrito a fin de garantizar un correcto seguimiento y calidad de la visión de los pacientes.

Deben saber que esta prueba no tiene ninguna contraindicación, es indolora y no produce efectos secundarios. Espero que este artículo ayude a aclarar dudas sobre la OCT y que sepan de qué les hablamos los oftalmólogos la próxima vez que deban acudir a consulta.