
Quilombo
El DRAE, en su segunda acepción, lo define como lío, barullo, gresca y desorden. Argentina dispone de 225 psicólogos por cada cien mil habitantes, la mayor tasa a nivel mundial, por algo será. Otrora un país que nadaba en la abundancia, una tierra receptora de emigrantes, desde hace décadas se ha desmoronado, arruinada por políticos corruptos e ineptos, que han ido tejiendo una tela de araña que asfixia al pueblo argentino. Una casta nefasta que ha asolado la clase media. Pobreza, miseria, penuria y carestía son los cuatro puntos cardinales por los que se guía la nación austral. Ya lo dice el famoso tango: «El que no llora no mama y quien no afana es un gil». Los argentinos se han agarrado a un clavo ardiendo que les promete y ofrece aquello que ansían. ¿Mesías, visionario, soñador? ¿Si viviéramos aquí con una inflación del 143 %, una pobreza del 40 %, una inseguridad galopante, una moneda basura, a qué tabla nos agarraríamos? El pueblo soberano ha decidido que Javier Milei arregle el quilombo, su quilombo. Francisco Javier Sáenz Martínez. Vitoria.