
La fuerza de la gravedad (FG) es la que nos retiene en la superficie de la Tierra y la que rige las atracciones entre cuerpos celestes. La Tierra atrae a la Luna y la Luna, a su vez, atrae a la Tierra. Los planetas giran alrededor del Sol por la acción de la FG, que siempre es atractiva.
La gravedad tiene efectos universales, como estableció Galileo en el año 1590. Con esa base, un siglo después, Isaac Newton formuló la Ley de la Gravitación Universal: la fuerza de atracción entre dos cuerpos es directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa. Con la ecuación de esta ley se pueden hacer multitud de determinaciones de: fuerzas, distancias, masas, trayectorias, etcétera.
Einstein demostró que las leyes de Newton explican la gravedad solo cuando la velocidad de los objetos está alejada de la velocidad de la luz y formuló la relatividad general como una teoría más completa del campo gravitatorio, en la que se presenta el espacio y el tiempo como una entidad unida, denominada espacio-tiempo. Así, los planetas parecen seguir órbitas elípticas, pero, en realidad, se mueven en líneas rectas por el espacio-tiempo curvo.
Los científicos están buscando una teoría de la gravedad cuántica que nos llevaría a una nueva comprensión de las partículas elementales que transmiten las fuerzas fundamentales, incluida la del gravitón¸ que sería el bosón de la gravedad.