«Turismo: es necesario darle descanso para que recupere sus virtudes»

OPINIÓN

MARIA L. MUÍÑA

07 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Un barbecho turístico

Mi abuela siempre decía que para tener una tierra fértil y productiva era necesario darle descanso tras la cosecha, para que recuperase sus virtudes. Ante todo, que en el momento de la nueva siembra se encuentre en condiciones idóneas para dar un producto de la máxima calidad, delicioso y apetecible. Los tiempos cambiaron y, aunque ambos pisamos el mismo campo, nuestros roles han cambiado. La actividad ya no depende tanto del sacho, sino de la cámara y de la experiencia.

No es algo de ahora que el turista regrese a los centros de trabajo en su tiempo de recreo. El profesor MacCannell habla del «ocio alienado», en referencia a las exhibiciones de trabajo que se realizaban en París, a comienzos del siglo XX, para que los turistas conociesen el día a día de la industria y de la ciudad. ¡No nos hemos alejado tanto! Esto ocurre hoy en nuestras granjas, fábricas de cerveza, de coches o de conserva, astilleros, viñedos, molinos y una larga lista de recursos. El turismo se ha convertido en un complemento indispensable dentro de la sociedad actual.

En estos casos, el turismo es un aliado favorable, y desestacionalizador, de los negocios y del territorio para la puesta en valor de la cultura, la identidad y los recursos que lo constituyen. Pero, ¿qué ocurre cuando el turismo se convierte en un detractor? No es ajeno a nosotros que destinos mundialmente conocidos se vean inundados de visitantes, véase el caso de los canales de Venecia, las pirámides de Guiza, el barrio compostelano de San Pedro, las ruinas del Machu Picchu o las playas de las islas Phi Phi, donde ya han tenido que tomar medidas como restringir la llegada de visitantes para intentar salir de una uci controlada por las redes sociales, tras el atropello de los flashes y paloselfis. Para ello, se ha estimado oportuno un tiempo de cuidados y recuperación ante tales desperfectos, que podríamos denominar «barbecho turístico». No es lo deseable llegar a estos extremos, pero ocurre.

Simplemente, me gustaría recordar lo que decía mi abuela: «Es necesario darle descanso a la tierra para tener un producto de máxima calidad». Sergio Muíño Freire.

Abstención

¿Hay una pérdida de credibilidad de la clase política o un evidente pasotismo en una parte importante de la población? En la comarca de Barbanza más de la mitad de la ciudadanía no fue a votar. En Ribeira, de las 21.776 personas censadas, ejercieron su derecho al voto unas 13.693, y otros 8.083 ciudadanos optaron por quedarse en casa, engrosando la elevada abstención.

Nuestros padres y abuelos lucharon, incluso con la pérdida de sus vidas, para conseguir el derecho al voto en libertad y con todas las garantías legales. Ahora estarían muy tristes al comprobar que mucha gente se dedica a disertar en bares, peluquerías o supermercados, mientras deciden no participar en la fiesta de la democracia. José Manuel Pena. Ribeira.

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