Matar es fácil, ser madre no

OPINIÓN

«Boksoon debe morir» concilia  en un laberinto de espejos el crimen con la maternidad: ella es la sicaria más legendaria, y su hija adolescente, su debilidad... Corea utiliza la acción para ir a las tripas del drama familiar.

06 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Corea mata muy bien. Tiene sus artes marciales y su gracia a la hora de cargarse la monotonía de la parrilla habitual. Frente al crac mental de Tenet, la retórica del thriller europeo y las sagas apocalípticas, es un alivio entregarse al producto tan fresco como procesado de Asia oriental. Asia parece hacerlo todo mejor. Espanta tanto como atrae. Si Decision to Leave es una virguería que Park Chan-wook se saca de la manga dándole un giro romántico al género policial, Boksoon debe morir es un placer casero poético, visceral, doméstico y perverso, que nos previene del calibre de Jeon Doyeon (Alerta roja, Nido de víboras). Dos horas de película, tensas como el letargo de un adolescente. En Boksoon debe morir (ahora en Netflix) cautiva Gil Boksoon, una mujer soltera que lleva una doble vida: asesina a sueldo de primer nivel a noches y madre en apuros de una adolescente.

«Matar es más fácil que ser madre» es el lema. Crimen y maternidad, los raíles de la vía sobre la que avanza este filme de acción con jugo emocional, salpicado de humor. Boksoon no se para al ejecutar porque tiene que ir al súper, pero siempre es víctima de la debilidad por su «princesita». Frutas, lavadoras, un hogar con secretos, normal...

Este Kill Bill a la coreana va a la yugular, o al abdomen, del conflicto. Desangra. Le hace un Yukio Mishima a la maternidad.