¿Por qué sentimos pasión por el fútbol?

Rubén Domínguez PSICÓLOGO DEPORTIVO

OPINIÓN

Marcos Míguez

05 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Ayer me senté delante del psicólogo y le pregunté: «¿Qué me pasa? ¿Por qué seguimos aquí? ¿Por qué la gente no entiende que seamos más de 24.000 socios jugando la Primera Federación?  El psicólogo me devolvió la pregunta: ¿Tú por qué piensas que es? Y mi respuesta fue: «Deportivismo». El deportivismo en A Coruña es una característica que se refleja en la pasión y el respeto que los aficionados tienen hacia su equipo. ¡Cómo no ir todos juntos cada quince días al Abanca-Riazor! ¿Tú sabes la conexión emocional que se vive allí? Se me ponen los pelos de punta solo de pensar en el próximo partido.

El psicólogo me dice: «Eso se llama sentido de pertenencia». Y me pregunta de nuevo: «¿Por qué crees que ocurre? Estuve a punto de contestarle rápidamente: «Qué carallo sé yo». Pero lo pensé un segundo y le dije: «Son una serie de factores». Entre otros:

La historia del equipo. Eso es importantísimo, desde pequeño tu familia te habla de partidos de leyenda, de remontadas, de títulos, de Arsenio... de ese señor siempre hablan mucho. Y vas aprendiendo a conocer mejor de dónde viene todo.

Las tradiciones. Es como lo normal el domingo. El mundo se para, te enfundas la camiseta temprano, sales a la calle, todo el mundo va blanquiazul, contento porque hay partido y jugamos en casa. Pack completo, carné de socio, bufanda, camiseta, sudadera cuando «vai frío». Vas al mismo lugar de encuentro, recibes a los jugadores, entras al campo y te encuentras esa maravilla que es Riazor. Te sientas con los de siempre, parte de familia, parte del barrio, parte de amigos y parte que solo están allí, pero si un día no vienen preguntas por ellos.

Los jugadores. Son tus ídolos, por los que animas, gritas, meneas la bufanda. Los jugadores son los gladiadores que salen al césped a defender nuestro escudo. Están los preferidos, que son esos que lo dan todo, que dan la cara, que trabajan en cada acción, que siempre luchan y no se dejan nada y reciben a cada embate del partido los aplausos del respetable. Cómo me emociono cuando uno de esos besa el escudo después de un gol.

«No sé si me entiendes», le digo al psicólogo. «Claro que te entiendo», me contesta, y yo sigo hablando mientras pienso: «Qué buena pregunta me ha hecho, me está ayudando a entenderlo todo».

Los éxitos del equipo, con nuestra historia y una Liga, dos Copas del Rey y dos Supercopas; con los ascensos sufridos, este se nos está resistiendo pero caerá, claro que caerá, y todas esas tardes de juego glorioso que hacen grande al Dépor.

La lealtad explica buena parte de las preguntas. La lealtad de toda una ciudad hacia su equipo, hacia el escudo, hacia el deportivismo. Y de nuevo, la pasión de la afición, siempre junta, siempre unida, siempre deportivismo.

Le dije al psicólogo: «Lo tengo claro: es la identificación, pertenecemos a algo muy grande, por eso este año vamos a ascender».