¿Qué pasa en Doñana?

Javier Guitián
Javier Guitián EN OCASIONES VEO GRELOS

OPINIÓN

David Arjona | EFE

03 may 2023 . Actualizado a las 11:02 h.

La vida de Doñana depende del agua. La precipitación en la zona está en torno a 500 l/m2; el parque nacional se localiza en el extremo meridional del sistema acuífero número 27, en la actualidad sobreexplotado como consecuencia de la actividad agrícola y turística.

Existen en torno a 1.400 hectáreas de terreno con uso agrícola y acceso ilegal al agua dedicadas al cultivo de los frutos rojos, cultivos que tienen una alta demanda de agua, especialmente en los meses de sequía. En estos meses se concentran en la zona de Matalascañas en torno a 150.000 personas. El parque se queda sin agua. Pues bien. Es obvio que esta situación no es fruto de unos meses, por lo que la responsabilidad corresponde a los diferentes gobiernos nacionales, de la Junta de Andalucía y de los ayuntamientos implicados, que no se han tomado en serio la cuestión o han incumplido planes o acuerdos previos. Pero todo eso no justifica la actual insensatez del Gobierno popular de la Junta.

Lo que pretende el Gobierno actual es legalizar las explotaciones ilegales, que competirán con el agua con las que están en regla, pero con la disculpa de que no se les va a permitir regar con agua del acuífero. Es obvio que, una vez que se hayan convertido en explotaciones «legales», demandarán derechos de riego con más fuerza.

La cuestión es: ¿por qué se hace y por qué ahora? Ante unas elecciones próximas están en juego algunos ayuntamientos del entorno, que suponen en torno a 60.000 habitantes, cuyo voto se quiere «comprar» con agua que no hay. Científicos, con Miguel Delibes y Eloy Revilla a la cabeza, se han manifestado en contra, como lo han hecho sociedades científicas, el Gobierno central y la UE, pero la Junta de Andalucía pretende seguir adelante sin explicarnos el motivo de su obstinación; entretanto, nadie aborda el problema de fondo.

La producción de frutos rojos en Andalucía ha crecido un 58 % en los últimos 15 años; en la actualidad representa el 90 % de la española y el 30 % de la europea. Esta producción se sostiene por la sobreexplotación de los acuíferos de Doñana: el 93 % del agua que se extrae va a parar a estas producciones. En un territorio seco el agua da votos. Eso es lo que hay detrás de la propuesta del PP y Vox. Saben que la situación climática actual y la del acuífero no permiten cubrir ni las necesidades de los productores legales, pero les da igual. El mantenimiento del parque nacional pasa por la reconversión del uso de esas hectáreas, no hay otra solución. Lo demás son charlas entre rebujitos.