En una competición de a ver quién pisa más charcos, con Ángela Rodríguez, alias Pam, se puede empatar, pero no ganar. No hay charco ni ecuación de charcos que se le resista. He aquí el penúltimo ejemplo en una entrevista: «Algo tan sencillo como que tratar bien está bien y que tratar mal está mal, no nos lo enseñan en el colegio; aprendemos a hacer raíces cuadradas. No sé si a ti te sirven las raíces cuadradas, a día de hoy, para algo. A mí no». A Pam, claro, la medalla Fields ya no se la van a dar, por mucho que en esta imagen ponga cara como de estar calculando el cuadrado de la longitud de la hipotenusa de un triángulo rectángulo. Afortunadamente para ella, no hay que saber raíces cuadradas para ser secretaria de Estado de Igualdad. La raíz cuadrada de sus emolumentos es 350. Multiplicando esa cifra por sí misma, llegamos, pues, a conocer su ficha anual. A lo mejor Pam no sabe que el saber no ocupa lugar. Pero su sueldo, ay, su sueldo sí que ocupa un muy buen lugar.