La paz en Ucrania pasa por Pekín

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

SPUTNIK | REUTERS

27 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La visita de estado que ha realizado el presidente de la República Popular de China, Xi Jinping, a su homólogo ruso, Vladimir Putin, ha captado la atención de todos los medios de comunicación, no porque sea un encuentro extraordinario sino por las difíciles relaciones que este último mantiene con, prácticamente, la mayoría de los países del mundo a raíz de su invasión a Ucrania. De hecho, esta reunión, se enmarca en la ronda habitual de visitas entre dos países que mantienen cierta afinidad política y tienen intereses económicos comunes.

En cualquier caso, esta buena sintonía hace que Pekín sea un interlocutor privilegiado, no solo porque Moscú le necesita desesperadamente como comprador de crudo, sino porque mantiene, una aparente equidistancia en un entorno fundamentalmente hostil.

Además, el creciente interés del presidente Xi Jinping por ocupar un puesto aún más relevante en la comunidad internacional, más allá de por su innegable importancia económica, se ha evidenciado, más que nunca, con éxito diplomático que se ha apuntado al lograr que dos enemigos casi irreconciliables como son Arabia Saudita e Irán haya reanudado sus relaciones.

De todos los 12 puntos propuestos por Pekín para que Rusia y Ucrania se sienten a negociar una paz, que de momento, parece lejana por lo enfrentado de las posturas, destaca la idea de dar carpetazo a la «mentalidad» de la Guerra Fría que, parece seguir vigente, y por la que Estados Unidos y Rusia siguen peleándose por conseguir la supremacía en la arena internacional.

Sorprende su crítica por igual al expansionismo de la OTAN y al de Rusia con la ocupación de los territorios de Crimea, no por la crítica en sí, coherente con la aspiración china a que se le reconozca su actual peso diplomático, sino porque trae a colación una política que muchos analistas dieron por finalizada con el desmantelamiento de la URSS.

Está claro que la idea occidental de que ahora solo hay una potencia mundial, es decir, Estados Unidos, es cuestionada en oriente. Y es precisamente ese diferente enfoque junto con la reminiscencia de un pasado todavía no superado donde puede encontrarse parte de la solución a la guerra en Ucrania.

Veremos.