El rali mortal de la salida por la A-6

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

ALBERTO LÓPEZ

19 mar 2023 . Actualizado a las 12:48 h.

La vida es complicada. Un día vas por la autovía, décadas después de que se empezase a construir, y te parece mentira que al fin puedas conducir con seguridad y con dignidad camino a Madrid. La obra de ingeniería que durante años nos dijeron que era extraordinaria y complicadísima para superar Pedrafita estaba hecha. Cuando los políticos de todos los colores te soltaban eso, te acordabas de las autopistas por los Alpes en Francia y Suiza, por ejemplo, y te decías que allá los ingenieros debían ser auténticos genios para conseguir obras mucho mayores con tanta anticipación. Pero el cuento de Pedrafita ha durado poco.

Conozco a un tipo que tiene vértigo y que llevaba a su familia por la N-VI con los viaductos ya milagrosamente construidos, en una vuelta infernal y gratuita que le provocaba su miedo. Su ansiedad. Ahora me doy cuenta de que aquel tipo era un visionario. Se adelantó a la cutre realidad a la que volveríamos cuando uno de los viaductos se desplomó como un castillo de arena, con esas primeras olas que babean en la orilla al subir la marea. Los súper viaductos que parecían de marca, tan tarde que llegaron, devinieron en viaductos de juja, de palo, casi casi de segunda mano. Encima, los planes que tienen para recuperar esa normalidad de país nórdico —allá conducen por zonas complicadísimas y con un clima mucho más crudo que aquí— son de esperpento. Los plazos se aplazan. Los planes se multiplican como panes bíblicos. Y la salida por Pedrafita lleva camino de establecerse como etapa de un rali mortal que tiene muy poca gracia. El camión colgando del viernes es una imagen que habla por millones de palabras del ChapGPT de la inteligencia artificial. Mi compañero en La Voz Pablo González, especializado en tan compleja información, lo ha contado por activa y por pasiva, glosado por expertos.

No vamos bien. Vamos fatal. Estamos condenados a suspender la asignatura de Pedrafita, también en quinta convocatoria. La mítica conexión con la meseta está como está en el norte, mientras que en el sur es un festival de baches. No hay el mantenimiento necesario. Son las dos arterias de tráfico para entrar y salir del noroeste y no reciben la atención que merecen. ¿Se imaginan que la peligrosa trampa que tenemos montada en las montañas de Lugo estuviese ubicada en las rampas de salida de Madrid hacia Guadarrama? Las soluciones se multiplicarían. Los obreros trabajarían con horario de madre, veinticuatro horas por siete días a la semana, todo el día, toda la noche, todo el tiempo. Los periodistas del régimen publicarían las imágenes de obreros currando de noche con potentes focos para que el corte de tráfico no durase más. Pero aquí no es así. Aquí la solución se mueve a ritmo de verso moroso, pausado, como si lo normal fuese estar cortocircuitados. Los políticos le quieren dar la razón a mi amigo que no los cruzaba. Fuiste un visionario. Los viaductos eran de fogueo. Nos los iban a quitar de los fuciños. Esto es una autovía con tramos que parece que nos los han vendido en un chino, con todo mi respeto para los chinos.