¿El percebe puede convivir con la mejilla?

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

SIMON BALVIS

10 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

En 1993 se establecen por ley los permisos de explotación (Permex) para trabajar en el mar gallego, lo que evidenció la necesidad de una normativa que regulara la extracción de mejilla, dado que los mejilloneros no estaban integrados en cofradías y carecían de territorio para su explotación.

En la hemeroteca de este periódico encontrarán que hace 41 años (5 de marzo de 1992, edición Arousa) Opmar —hoy Opmega—, la única organización de productores de mejillón, única aún hoy, aunque ahora con poco más de 500 bateas asociadas y entonces con más de 1.900, urgía la regulación de la extracción de mejilla. Un año antes (1991) se había elaborado un borrador por la Consellería de Pesca que consideraba a la mejilla como un marisco y por tanto se exigía el carné de mariscador ?Permex-, para su extracción. Pedía Opmar ya entonces el diseño de un mapa de zonas de asentamiento de mejilla, planes de extracción por zonas y autorizaciones al sector mejillonero. Se necesitó el paso de los años y sucesivos decretos, en 1996 y 1999, para asentar con precariedad la extracción de mejilla en la orden del año 2000. Hasta diciembre del 2021, cuando todo cambió.

Por su parte, la explotación del percebe, período 2010-2019, supone una venta promedio en lonja en Galicia de 339,5 toneladas. A esa venta será necesario añadir un 20 % más capturado por furtivos, y un 70 % más de capturas no comercializables, según datos publicados. Estudios realizados por técnicos de la consellería evidencian que la pesca de percebe implica la cosecha de percebes de talla no comercial (descartes o by-catch). Es por ello que la normativa que la regula (orden de 27 de julio de 2012) permite retirar piñas de percebe en las que solo el 60 % de su peso sean percebes que alcancen el tamaño mínimo, y el 40 % no, limitando con ello la recuperación del stock y condicionando las cosechas anuales posteriores. Añádase a ello que las larvas se fijan en el pie de los adultos, que entre abril y septiembre las tres cuartas partes de los percebes adultos incuban sus huevos, y que entre septiembre y diciembre entre el 50 % y el 70 % de los adultos tienen juveniles en sus pedúnculos, y entenderán que el problema de la explotación del percebe no es la recogida de semilla de mejillón, sino el propio percebe y su explotación.

Unos planes de explotación que para el trienio 2022-2024, orden de 22 de diciembre de 2021, aprueban zonas exclusivas para percebe (ZEP) en el 16 % de la beiramar gallega, a lo que se añade otro 34 % de zonas de percebe y mejilla (ZEM), lo que supone que el 50 % de la costa gallega está sometida a los planes de explotación del percebe de las cofradías, sin libre acceso de los mejilloneros en las condiciones de la orden del 2000, por más que en la recolección de mejilla la captura de otras especies, sobre todo arneirón (Balanus) es de menos de un 8 % según un estudio del Consello do Mexillón de Galicia.

Los sucesivos conflictos responden más al objetivo de considerar la mejilla como un recurso con mercado cautivo (los mejilloneros) que a la posible afectación de su captura sobre las poblaciones y la explotación del percebe. Objetivo que se ajustaba a los criterios que mantenía el borrador de 1991 de la consellería para regulación de mejilla, y se explicitaba en la carta circular enviada por un patrón mayor de una cofradía en enero del 2020 a todas las cofradías de pescadores, para solicitar conjuntamente a la Xunta de Galicia la exclusión de los mejilloneros de la recolección de mejilla: «E polo tanto solicitamos o apoio de todas aquelas confrarías que consideren que a mexilla podería ser un novo recurso para explotar internamente desde a propia confraría para aumentar os ingresos dos mariscadores».

Los interrogantes tienen respuesta: sí. Afloren si no los datos del percebe y la mejilla de la consellería.