Atribuyen a Francisco Franco haber pronunciado una de las frases más cínicas de la historia: «Haga usted como yo, que no me meto en política». Si tuviéramos una máquina del tiempo, hubiera sido curioso ver al dictador, adalid de un régimen autoritario, retrógrado e ineficaz, dar ese consejo al portavoz de una de las formaciones más deshumanizadas del continente, el Partido Sintético de Dinamarca (https://twitter.com/computerlars). ¿Por qué? Porque se trata de un chatbot basado en inteligencia artificial que responde al nombre de Líder Lars.
Con este experimento, los promotores del partido quieren captar el voto de los «apolíticos». ¿Cómo? Han entrenado a Lars a partir de los programas electorales de los partidos daneses que no lograron llegar al Parlamento en los últimos 50 años. Con ese bagaje es capaz de dialogar (como si fuera el muy estresado ChatGPT) con cualquier posible votante o curioso a través de Discord. Solo responde en danés, pero entiende preguntas en varios idiomas. Como buen político, sabe hacer promesas, pero sin garantías. Digamos una cosa buena sobre él: escucha.
Es evidente que Lars nunca podrá sentarse en un escaño. Y que no puede ser candidato. Pero sí va a ser capaz de ser el ideólogo y el creador del programa electoral de su partido. Lo hará basado en datos y sin ningún tipo de emoción humana. ¿Ustedes lo votarían?