«Viene un terremoto de vez en cuando a recordarnos que la naturaleza es poderosa»

OPINIÓN

UMIT BEKTAS | REUTERS

07 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Mejor no saber

Lo que resulta increíble es el afán que tenemos los humanos por seguir destruyéndonos, sin tregua. Entre todos alimentamos guerras con entusiasmo, se aprueban leyes «progresistas» (aborto, eutanasia y alguna más), y, para seguir en la línea, viene un terremoto de vez en cuando a recordarnos que la naturaleza es poderosa y arrasa con todo si se le antoja. Ahora le tocó a Siria, por si tuvieran poco con su propia guerra, y también a Turquía. Ambos países pidiendo ayuda internacional.

Hace tan solo dos años parecía que nunca íbamos a volver a la vida de antes. Y sí, con un invitado indeseado al que hay que mantener a raya, aquí estamos de vuelta, ampliando el miedo a las bombas rusas y a los globos chinos. Ahora el temor no es tanto a un virus, que también, sino a que nos alcance la guerra. La verdad, mirando el mapa de Europa se ve lo cerca que estamos del conflicto. Cualquier día se les escapa un misil viajero y a ver qué pasa. Pero no adelantemos acontecimientos. Hoy, para mayor regocijo y alegría, acaban de anunciar la subida del diésel. Es decir, o tienes dinero para comprar otro coche, o vendes el que tienes para comprar el diésel. A precio de Putin. Visto lo visto, mejor es no saber. ¡La mejor receta, ignorancia absoluta! M. J. Vilasuso. As Pontes.

Pensión universal, pensemos en ello

Me hace mucha gracia cada vez que oigo a los políticos decir que hay que defender los derechos y las libertades de las personas (ya sean niños, jóvenes, adultos o mayores), porque en realidad se refieren a unas cuantas personas, pero no al conjunto de la población.

Por poner un solo ejemplo, voy a centrarme en los pensionistas: se ha aprobado una subida del 8,5 % de las pensiones, el mayor incremento en mucho tiempo; pues bien, esta medida no acabará con las desigualdades, y beneficiará, como es lógico, más a unos que a otros. Es decir, los pensionistas más ricos seguirán siéndolo, y los más pobres igual. No se acercarán unos a otros, y la brecha seguirá siendo la misma.

Seguiremos viendo que hay unos pensionistas de primera (aquellos que cobran la pensión máxima: unos 2.500 euros), de segunda (unos 2.000 euros), de tercera, cuarta, quinta y hasta de sexta categoría (los que ni siquiera llegan a los 600 euros).

Dado que parto de una idea muy simple, que es que todas las personas tienen las mismas necesidades vitales (respirar, asearse, alimentarse, vestirse, tener una casa...), y dado que tanto se habla de libertades y de derechos, todos deberíamos estar en las mismas condiciones y contar con las mismas oportunidades existenciales; en eso consiste, precisamente, la justicia y el bienestar social.

¿Cómo lograr una pensión universal? Cuando el sueldo y el trabajo sean universales, es decir, que toda persona tenga garantizada una renta y un empleo durante su vida activa, porque todo el mundo habrá cotizado la misma cantidad (destinada a su futura pensión ) y durante los mismos años. Juan Ruibal Ordóñez. Pontevedra.

Porcos bravos de dúas patas

Parece ser que recentemente nalgunhas cidades vense porcos bravos. En Santiago hainos, pero de dúas patas, iso si, sen dúbida son da mesma raza. Refírome concretamente aos clientes dun pub que, ao amparo da noite, vomitan, mexan entre os coches (eles e elas) e deixan a rúa dos Loureiros chea de cabichas, papeliños hixiénicos, vasos a veces medio cheos e botellas de cervexa, en ocasións coa cara de deixalos en calquera ventá ou porta da veciñanza. E de paso as decoran con rotuladores. A policía municipal debe contar con poucos efectivos ou talvez con pouco interese, pois non remedia a situación. Bugallo, compañeiro, a ver cando te vemos por este anaco de Camiño de Santiago, que o é, un domingo cediño porfa. X.M.P.P. Roxos (Santiago).

Hospital de Verín

Hace falta un párking subterráneo de pago debajo del actual del Hospital de Verín, pues las plazas de aparcamiento son ocupadas por el personal que trabaja en el centro y los pacientes que tienen cita con sus médicos tienen pocas plazas libres. Manuel Diz Vázquez. Verín.