
No es grave. La colección de fotos con estadistas y monarcas del mundo no se va a resentir. Con Mohamed VI ya se ha retratado Pedro alguna vez, lo cual daría a entender que esa mandíbula apretada en el instante de firmar el Libro de Oro del mausoleo de Mohamed V acaso responda a otras preocupaciones, no a la espantada del monarca. Podría responder, la mandíbula apretada, a un problema tan mundano como un dolor de muelas, siempre tan inoportuno. O a que en este instante no le brotan las ideas para plasmar algo que quede a la altura de lo que de él se espera. Quién sabe si no le esté rondando por la cabeza lo más obvio, o sea, el cese, aprovechando que tiene un boli a mano, de su ministra de Igualdad. En plan: estimada Irene, las circunstancias, etcétera, bochorno histórico, etcétera, intolerable situación, etcétera, agresores sexuales, etcétera, no solo la buena fe, etcétera, ya que tú no dimites, etcétera. Sí, al final va a ser un dolor de muelas.