Nos ha dado el hit del año, nos ha regalado un fin de semana de dardos, memes, brujas y mucho humor. La pareja de Shakira y Piqué puede estar nominada a los premios de publicidad del año porque ambos han generado los mejores eslóganes y también fórmulas ejemplares de cómo hay que vender. Ella ha batido todos los récords de descargas, es número uno en el mundo y es la loba indiscutible. Y él ha padreado como nadie, dándole la vuelta a todo el victimismo y consiguiendo que esa mala leche de la letra de Shakira se haya convertido en un exitazo comercial. Twingo y Casio ya no lloran, facturan como nunca gracias a estos dos fenómenos espónsores. Por eso ahora que Shakira ya ha desahogado y se ha metido al público en el bolsillo, tiene todo el cash necesario para devolver uno por uno los euros que ha defraudado. Esa deuda de Hacienda, que somos todos, nos la puede ir devolviendo ya sea cantando o bailando. Porque después de habernos sacado toda la risa y habernos movilizado a todos con sus armas de trovadora, le toca ir apoquinando lo que se ha llevado de manera ilegal. Eso es lo que tiene pendiente con todos nosotros: devolvernos a los españoles lo que se ha llevado crudo, con ayuda o no de su expareja, como dice en su canción. Empoderada y con todo el oro del mundo en su billetera, a Shakira solo le queda darnos lo que nos corresponde. Y sí, con todo el salero se lo decimos: «Shakira, ahora de-clara».