Ligerezas de barra de bar

Mariluz Ferreiro A MI BOLA

OPINIÓN

NACHO GALLEGO | EFE

15 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Están las palabras. El contenido. Lo que simplemente dicen. Pero lo que le pone la guinda a las declaraciones del vicepresidente de Castilla y León y de la secretaria de Estado de Igualdad es el tono. Esa cantinela como de barra de bar para afrontar en público temas tan graves y sobre los que tienen, supuestamente, responsabilidades y poder de decisión. Juan García-Gallardo, con sonrisa perdonavidas, diciendo en la rueda de prensa en la que habla del nuevo protocolo de su Gobierno para las mujeres que quieren abortar: «No sé nada de embarazos». Ángela Rodríguez, Pam, hablando con desparpajo de las rebajas de las penas a violadores por la ley «del solo sí es sí» como si fuera una película de ciencia ficción, literalmente. Y, después de esas intervenciones, lo de siempre. Los protagonistas miran hacia dentro de su propio ecosistema, porque fuera solo hay colmillos retorcidos que solo buscan carnaza. El que los critique lanza un ataque contra la vida y contra el feminismo. Respectivamente. Ni más ni menos. Además, hay que alinearse. Los que fruncen el ceño, o fachas o jemeres rojos. Ligereza, sí, pero luego no caben medianías con el prójimo.

Pero se ve que es mejor abordar los temas con esa levedad. Xavi, el entrenador del Barcelona, el otro día reconoció que en Arabia Saudí había detalles que se podían mejorar. Pero rápidamente añadió que también ocurría lo mismo en España. Todo bien, «salvo alguna cosa», que diría Mariano Rajoy. Porque a los hechos se remite el técnico: «Lo de Catar no es para tanto», tanto que ladraban los críticos. Y si Irán tuviera la chequera de otros, pues otro tanto.