La kryptonita de los catalanes está claro que no es Sánchez. Cualquier catalán independentista por definición se cree Supermán frente a un español de Soria o de A Coruña. Va más allá de la cuestión cultural. Va más allá de la pela es la pela. Son superiores porque son independentistas y más listos que nadie. Saben que Sánchez, nada menos que el presidente del Gobierno de España, es su rehén. Depende de sus votos. Lo tienen atado y bien maniatado por los equilibrios matemáticos de las votaciones.
España va perdiendo. Vamos perdiendo. Da igual que la coalición de gobierno quiera retorcer una vez más la realidad para recuperar la victoria en el relato político, que es lo único que importa. Da igual que digan que modifican el Código Penal con la desaparición mágica de la sedición con el objetivo de equiparar nuestras leyes a Europa. Como si fuéramos una república bananera en vez de un consolidado Estado de derecho. Nadie les cree ya. Sánchez es un cisne con el cuello retorcido por la evidencia. Nos gobierna Rufián, desde hace tiempo. Y bien que lo sabe y lo disfruta.
No ayuda a la remontada frente a esta derrota que estamos sufriendo reaccionar con odio y rabia. Solo desde la templanza se puede afrontar esta carrera hacia ninguna parte. En Cataluña no hay una mayoría independentista ni entre los que votan habitualmente. Borrar todas las líneas rojas moviliza el sentido común y pondrá en marcha el fiel de la balanza que necesitamos. No ayuda que desde el otro bando se responda a los independentistas con bravuconadas. Salvador Sostres escribe que Pep Guardiola es la indiscutible primera dama de Cataluña para ridiculizar a sus muchos amigos independentistas. Busca el éxito fácil, lo que hoy se llama en el mundo del periodismo electrónico, de pantallas, el clickbait, en castellano, el ciberanzuelo o cibercebo, lo que toda la vida fue epatar. Tampoco hay argumentos detrás de estos exabruptos supuestamente ingeniosos. Al revés, da alimento al hambriento sedicioso para seguir en la causa de manejar los títeres del gobierno de coalición.
La kryptonita de los catalanes independentistas está como siempre en casa. Es el sentido común de los miles de catalanes que se sienten españoles, que son españoles y que no quieren dejar de serlo nunca. Que adoran los versos de Joan Margarit, en catalán y en castellano. Que no quieren renunciar a ninguna de las dos culturas. Como en su día hizo Ciudadanos, ese y no otro es el talón de Aquiles. Aquellos, que son legión, a los que ser catalanes y españoles les hacen sentirse europeos. Solo los catalanes españoles, que hasta ahora se han mantenido callados, pueden mandarle un mensaje claro al independentismo que se resume muy fácil: sois un negocio. Deben hacerlo ejerciendo su derecho al voto en este año mega electoral, en las elecciones municipales, en las elecciones generales. Solo sois un negocio inmenso para vosotros mismos. Necesitáis que la mentira avance para que vuestros estómagos sigan llenos y vuestros egos, ahítos de satisfacción.