Pasamos de puntillas por la noticia del posible regreso de Puigdemont. Solo dedicamos un momento a las novedades sobre el persistente covid. No tuvimos tiempo para reflexionar sobre los rampantes precios de los productos. O sobre las opciones que le da Lucas Pérez al Dépor. Solo se habló de una cosa en las redes sociales patrias y latinas: de la venganza de Shakira contra Piqué.
Sesudos economistas interrumpieron su programación habitual para valorar si el reguetón era machista o no. Conocidos presentadores de televisión reclamaron que el día fuera declarado festivo para que no decayera un debate infinito e interminable. Polemistas intentaron sacar punta semántica y sintáctica a los ripios de la colombiana. Y una legión de millennials buscaron en Google y TikTok a qué se refería cuando comparaba a la nueva pareja del futbolista con un Twingo. Aquel coche emblemático se sigue fabricando (si Renault no cambia los planes ya anunciados, estará en las cadenas de producción hasta el 2024), pero ya no es popular.
Sí lo son Shakira y Bizarrap con su BZRP Music Sessions #53. Millones de reproducciones demuestran que el contexto siempre es el rey: la canción no es original, y se parece a muchas otras, pero sí oportuna.
Digan lo que digan los trending topic, nadie puede superar, en el caso de las canciones sobre cuernos, revancha y despecho, a Paquita la del Barrio y ese himno llamado Rata de dos patas. Si hubiera sido creado hoy para referirse a personajes a los que todos pudiéramos identificar, también sería capaz de parar el mundo.