Luis Enrique, ridículo mundial

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto EL QUID

OPINIÓN

DYLAN MARTINEZ | REUTERS

07 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Pensar que Unai Simón podía ser campeón del mundo era casi un mal chiste. La cara que se les habría quedado a Courtois, Neuer, Alisson Becker, Pickford... y hasta al propio Iker Casillas si el portero del Athletic hubiera levantado la copa de oro y malaquita, que parece diseñada en honor de Brasil. Lo malo es que lo mismo podría decirse de la mayoría de los futbolistas que Luis Enrique llevó a Catar. Puesto por puesto, ninguno puede compararse ni por asomo con aquellos que hace doce años ilusionaron a todo un país y entusiasmaron con un juego de tiralíneas y decisión, que no echaban el balón para atrás cada vez que un rival se les ponía delante.

Pensar que podíamos ganar un Mundial disparando a puerta por primera vez en el minuto 53 de un partido, como ayer ante Marruecos, era una quimera. El 7-0 a Costa Rica fue un espejismo que no nos dejó ver la realidad. El equipo del asturiano se va del emirato con esa única victoria en cuatro partidos, una derrota ante Japón y una imagen patética en los penaltis. Durante décadas, el límite de España estaba en los cuartos de final; ahora no pasamos de los octavos.

Pensar que un seleccionador de ego inflado, malencarado con la prensa y empecinado en sus errores podía conducirnos al triunfo se ha demostrado una gran equivocación. ¿Alguien se imagina a Scariolo perdiendo el tiempo jugando a ser streamer, en vez de estudiar a los rivales y preparar los encuentros? A pesar de ello, muchos le reían las gracias e incluso la televisión pública le dedicaba un microespacio en sus informativos a la nueva afición del entrenador. Pues bien, Luis Enrique, ahora vas y nos lo cuentas en Twitch.