Hace unos años, Snapchat era la red social emergente en Estados Unidos y parecía que iba a comerse el mundo. Triunfaba sobre todo gracias a su contenido efímero. ¿Qué hizo Facebook, propietario de Instagram? Imitar la fórmula ganadora y poner en marcha las exitosas stories.
Ha pasado el tiempo. Han cambiado los protagonistas, pero la película, en el mundo de las nuevas tecnologías, tiene el mismo argumento. La china TikTok es la gran estrella, la reina del mambo, con sus vídeos cortos en bucle y su casi infinita capacidad de atraer atención. Pero le surge un rival, la app europea (por fin) BeReal, que empieza a hacer furor con un planteamiento basado en la autenticidad y la frescura. Los usuarios tienen que hacerse y compartir una foto sin filtros en un momento aleatorio del día.
Es el anti Instagram. Pero ha tenido respuesta desde el cuartel general de Bytedance, que ha imitado aquella maniobra de Zuckerberg y ha lanzado su propia versión, llamada TikTok Now. No quieren que nadie les disputa el trono de las aplicaciones sociales para jóvenes. Para protegerse, no han dudado en recurrir a la fórmula que hizo populares a muchas plataformas de criptomonedas o tiendas digitales: pagar comisiones por registrarse y por usarla. Dan hasta 7 euros. ¿Se impondrá la propina a la originalidad?