Es más que probable que el presidente norteamericano, Joe Biden, tras su participación en la Conferencia sobre el Clima de Sharm al Sheikh, Egipto, iniciara su gira asiática con la preocupación por cuál sería el resultado final de las denominadas midterm elections, por las cuales tanto el Senado como la Cámara de Representantes de su país sufren una importante renovación. Sin embargo, cuando aún está por finalizar el recuento de votos para el Congreso, la reelección de la candidata demócrata para el estado de Nevada, Catherine Cortez Masto, con más del 48 % de los votos logrando así el penúltimo escaño en disputa en el Senado, el número 50 para su partido, le ha dado un respiro.
Pese al descenso de Biden en las encuestas sobre popularidad, debido a la mala situación económica en el país y ante la falta de logros durante sus primeros dos años de mandato, parece que el voto de los más desfavorecidos, como las mujeres de color con pocos recursos económicos, así como el electorado con más nivel educativo que percibe con preocupación el recorte de derechos que apoyan los republicanos, han resultado cruciales para evitar la debacle. No obstante, con dos duros años por delante, en los que se espera que Donald Trump desarrolle una agresiva campaña para poder acceder de nuevo a la presidencia, si es que los republicanos no se lo impiden, el presidente debe lograr importantes éxitos políticos.
Por ello, su gira asiática, iniciada el sábado en Camboya con la reunión de los líderes de los países del sudeste asiático o pacto Asean, tiene tanta relevancia El primer éxito ha sido sentar frente a frente a los jefes de estado de Corea del Sur y Japón, países que mantienen una fuerte animosidad desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, pero con importantes intereses comunes, entre los que destacan la prevención hacia la carrera de misiles de Corea del Norte, así como la competencia económica con China. Veremos si, a continuación, durante la cumbre del G20 en Bali, en la reunión con Xi Jinping, logran rebajar la tensión derivada de la intensa rivalidad económica y las importantes discrepancias en política internacional de las dos grandes potencias del momento.