Compleja maniobra

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

David Zorrakino | EUROPAPRESS

13 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni en los momentos que vivimos aquellos lamentables sucesos de la sublevación en Cataluña, en el otoño del 2017, teníamos claro si lo que ocurría entrañaba un delito de sedición, de rebelión o eran unos desórdenes públicos agravados. Que es en lo que van a quedar. Ni los propios tribunales españoles y europeos se pusieron de acuerdo en todo este tiempo.

El presidente Sánchez acaba de dar un paso tan complejo como concluyente con la tramitación exprés de una proposición de ley por la que se rebajan las penas por sedición. Según dijo, para homologar el delito a los estándares europeos. Pero aún otorgándole la razón, la decisión presenta algunos obstáculos que se deberían haber resuelto de otra forma.

Por ejemplo, la tramitación por la vía exprés. Con ella se evita que el Consejo General del Poder Judicial y el Consejo de Estado emitan sus dictámenes, que, con bastante probabilidad, no hubieran coincidido con los del Gobierno. O sí. Pero bueno sería conocerlos.

Y es que además, incluso con la mejor intención, resulta difícil encajar la rebelión de los señoritos catalanes en los desórdenes públicos agravados, como si fuera una trifulca a la salida de un pub. Porque lo que ocurrió en aquellos fatídicos meses fue un alzamiento, un golpe y una revolución institucional contra el orden legítimo establecido. No solo no respetándolo y saltándoselo, sino creando uno paralelo.

No es preciso recordar los incidentes protagonizados por los cachorros separatistas, ni los desesperados intentos de los sublevados por situar España fuera del mapa internacional. Con la ayuda de Putin. Ni tampoco es preciso volver la vista atrás para ver el rencor y la inquina de quienes buscaron humillar y desprestigiar a todo un país.

El presidente Sánchez tomó una decisión. Porque puede tomarla. Y ha hecho bien. No dudamos que la habrá calibrado suficientemente. A su favor está el apaciguamiento que vive el independentismo últimamente. E incluso la caída en intención de voto. Pero en todo este enredo falta algo fundamental. La renuncia de los rebeldes a mantener su hoja de ruta. El abandono a seguir instalados en la paranoia. De eso no escuchamos nada. Y si vuelven a intentar la rebelión, que la intentarán, lo mismo tenemos que recordar esta compleja maniobra. Y lamentarla.