Claves del próximo «invierno» para la industria

Pedro González DIRECTOR GENERAL DE AEGE (ASOCIACIÓN DE EMPRESAS CON GRAN CONSUMO DE ENERGÍA)

OPINIÓN

MARCOS CANOSA

03 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En respuesta a los acuerdos alcanzados por el Consejo de Ministros de Energía de la Unión Europea, el Gobierno ha presentado su Plan de Seguridad Energética (Plan +SE), con 73 medidas para mejorar la protección a los consumidores de energía, reforzar la autonomía energética y establecer mecanismos de solidaridad con otros países. Algunas de esas medidas van dirigidas a la industria intensiva en el consumo de energía.

Al contrario que otras economías centroeuropeas, nuestro país no espera problemas de abastecimiento este próximo invierno; sin embargo, los precios desorbitados eléctricos exigen medidas que mitiguen su impacto en nuestra industria. En este contexto, las renovables son el instrumento clave para desacoplar estos precios de la volatilidad del precio del gas natural, para avanzar en la descarbonización y para reforzar nuestra autonomía energética. Este es un proceso de largo plazo que debe acelerarse y enfocarse hacia los precios competitivos, estables y predecibles que demanda la industria.

Mientras tanto, las medidas encaminadas a la mejora de la eficiencia energética, al rediseño del mercado eléctrico y al uso de los mecanismos habilitados por la normativa europea para evitar el deterioro competitivo son la respuesta para afrontar el invierno en condiciones al menos similares a las de los países de nuestro entorno. Y aquí me gustaría analizar la importancia que tienen para nuestra industria.

En materia de eficiencia energética, la industria electrointensiva española es un ejemplo de buenas prácticas. Más nos vale, ya que la factura eléctrica llega a superar en algunos casos el 60 % de todos los costes de producción.

Desafortunadamente, nuestro consumo energético está cayendo por la crisis actual, por lo que vamos a contribuir sobradamente al objetivo de reducción de consumo eléctrico del 10 %, muy a nuestro pesar. No obstante, conviene promover medidas para que la demanda industrial pueda contribuir a asegurar el suministro eléctrico, reduciendo su consumo cuando la generación no sea capaz de cubrir la demanda.

Por otra parte, la propia Comisión Europea reconoce como imprescindible la revisión del diseño del mercado eléctrico. El objetivo es desacoplar la volatilidad en el precio de los combustibles fósiles y que el gas no contamine la formación del precio eléctrico. Por tanto, el nuevo diseño debe centrarse en la búsqueda de señales estables de largo plazo, que garanticen un precio eléctrico eficiente y competitivo. Al fin y al cabo, las renovables han venido para quedarse muchos años.

Finalmente, existen toda una serie de mecanismos habilitados por la Comisión Europea, en forma de ayudas directas y fiscales, que deben aprovecharse en su totalidad. El Gobierno tiene en sus manos la decisión, no hacerlo supondría un severo revés para las aspiraciones de nuestra industria y nos colocaría en una posición de debilidad competitiva en un momento tan crítico como el actual. Es en estas circunstancias de crisis cuando más necesitamos el apoyo del Gobierno. Si queremos una industria activa, que sea motor del crecimiento económico, del empleo y de la sostenibilidad, el camino continúa este invierno.