Sánchez está saturado del oxígeno del poder. Y necesita más combustión. Por no dejar la Moncloa hace lo que sea necesario, sin pararse a medirlo. Hoy es la pelota vasca y el surf de la costa de Mundaka, mañana será el fútbol. El PNV, otra vez. Para aprobar los presupuestos ha permitido que la pelota vasca y el surf de esa zona de España tengan categoría de selecciones internacionales para competir como países en las competiciones mundiales. Lo sancionó uno de sus validos que se pliega a todo, Patxi López, en otro tiempo lehendakari con sentido de Estado: «Por la pelota no se va a romper España». Él, como Sánchez, sabe que no es así. Detrás del surf y la pelota, todo por unos votos, irán otros. Nosotros en Galicia, con el piragüismo. ¿Por qué no? Nos podemos forrar a medallas. Carolina Marín, natural de Huelva, choquera, como se les conoce a los de allí, podrá conseguir que Andalucía se convierta en una potencia mundial en bádminton. La lucha canaria, y la lucha leonesa, que también la hay y encima son un reino, también solicitarán dar el paso. Proliferarán los diputados modelo Teruel Existe para tener un internacional en cada calle, en cada barrio. Pero, Patxi López, España no se rompe. Cataluña reivindicará las medallas que en su día ganó Mireia. ¿Por qué no legislar sin miramientos con efectos retroactivos? Y, deporte a deporte, la farsa navideña de las selecciones autonómicas se tornará en algo serio. Y España sí se romperá cuando Euskadi y Catalunya jueguen su mundial.