Un jubilado y «la invitación» del banco

Cartas al director
Cartas al director CARTAS AL DIRECTOR

OPINIÓN

PILI PROL

21 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Sorprendido con el banco

Soy jubilado y hace un año me llaman de una entidad financiera con presencia en Chantada, para suscribir un fondo del menor riesgo. Me transmite la empleada que me despreocupe de todo; que ellos se encargan de controlarlo y si algo va mal me lo comunican. Incluso opera con mi móvil y descarga una aplicación que le pedí que eliminara. Ciertamente, pasado un mes vuelve a llamar indicando que hay un producto que «no va bien», pese a sufrir una mínima variación; paso por la oficina y lo cambia. Su aptitud ratifica ejercer un seguimiento del producto y de avisar.

No obstante, transcurridos varios meses detecto unas pérdidas de cuatro mil euros sin que se produjese contacto alguno. Alarmado, no asumía que fuese cierto, porque se comprometieran a avisarme de cualquier incidencia. En la entidad me indican que ya no trabaja allí la empleada y que en algún momento el mercado cambiaría. Pongo de manifiesto lo que se me transmitió al adquirir el fondo, incidiendo que me no me comunicaron la existencia de una pérdida tan grande como habían hecho al mes de contratar por una cantidad insignificante; pero se lavan las manos… Obviamente, incumplen lo prometido. Existe descuido y negligencia. No sé si realmente se está engatusando y engañando solo a los mayores o a alguien más, pero si no saben hacer otra cosa con lo poco que se ahorra después de toda una vida trabajando más que conducirnos a pérdidas, deberían ponerse las pilas o cambiar de profesión. Es lícito pensar que, además, se vulnera normativa. Aprovechando que nos conocen de siempre, nos utilizan para sus fines incumpliendo olímpicamente sus compromisos. Ellos fueron los que me llamaron para adquirir el fondo, no fui yo; y ellos se comprometieron a avisarme voluntariamente si algo iba mal. Lo hicieron sin yo exigirlo. ¿Adónde vamos así? Antonio Rivas Folgueira. Chantada.

 Primero mi madre, y ahora mi hermano 

Ella falleció... y ahora es cuando me vienen a preguntar si necesito algo. Sí, necesito que atiendan a los enfermos; sí, necesito que den pronósticos reales, sí, necesito que hagan casos a los dolores. Pero ahora ya es tarde para ellos. Perdí a mi madre y estoy a punto de perder a mi hermano por una mala práctica. ¿Quién me los va a devolver? Sonia Soliño.

  A deriva da esquerda

No noso tempo «líquido», as ideas dos supostos partidos socialdemócratas, que deberían propoñer o regreso ao keynesianismo, impostos progresivos, regulación, servizos públicos e a universalidade das pensións, a educación e a sanidade, só se manteñen no recordo de nostálxicos do pasado. No seu lugar, hai diversas esquerdas identitarias que xa non representan os intereses das clases traballadoras e precarias. No seu lugar, céntranse nas políticas da identidade, provocando unha fragmentación da sociedade, que impide unha articulación das reivindicacións materiais dos oprimidos polo sistema. Esta esquerda, que algúns autores bautizan como caniche, woke ou fucsia, abandeira particularismos étnicos, reivindicando diferenzas imperceptibles, amplificando problemáticas moleculares, convertendo en mitos aspectos simbólicos ou celebrando pluralidades inconexas. Este progresismo estase a situar sobre un campo de actuación no que a obsesión polas especificidades lle impide articular vontades, mancomunar sensibilidades e experimentar procesos de fusión, en lugar de fisión, que orbiten ao redor dun ambicioso e integral proxecto de sociedade. Xián Antón Lorenzo Rodríguea. Ribadavia.

 

 Más ayudas a los celíacos

En los últimos años, comer sin gluten parece que se ha puesto de moda. Sin embargo, para muchos de nosotros hace tiempo que es una obligación. En España, cerca del 2 % de la población es celíaca y, a día de hoy, el único tratamiento eficaz es la dieta sin gluten estricta y de por vida. Según la FACE (Federación de Asociaciones de Celíacos de España), la cesta de la compra de un celíaco es 1.300?euros más cara, y aún así, la Administración destina 0 euros en ayudas. La necesidad de comer sin gluten ha supuesto un aumento importante en la oferta de productos, que desde siempre ha sido escasa. Pero lo verdaderamente importante es empezar a dar ayudas a las familias. Claudia López millán.