Faltas de respeto institucional

Ernesto Sánchez Pombo
ernesto sánchez pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

Eduardo Parra | EUROPAPRESS

16 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El retraso de unos segundos en la llegada del presidente Pedro Sánchez a la exhibición militar de la llamada Fiesta Nacional, haciendo aguardar a los Reyes dentro del Rolls-Royce, ha sido interpretado como una falta de lealtad institucional y de respeto. Y, además, programada y llevada a cabo con premeditación. El análisis sobre la demora de 50 segundos ha ido tan allá que se ha entendido como la constatación de la falta de escrúpulos de Sánchez para evitar ser abucheado; lo que sería una decisión infantil porque los pitos se producirían aunque llegase una hora tarde. Ciertamente, podemos considerar como mejor entendamos el incidente, al que algunos no le concedemos mayor importancia si fue producto de una mala interpretación horaria. Debe de ser porque estamos abrumados por las reiteradas faltas de respeto institucional a las que asistimos diariamente. En el mismo acto se produjo, como ocurre siempre que asiste un presidente socialista, una pitada, acompañada de improperios e insultos al propio Sánchez, por parte de unos cientos de patriotas. No vamos a pensar que estaban organizados. No. Fue un acto absolutamente instintivo, como en años anteriores. Traidor, hijoputa, okupa y paleto fueron algunas de las lindezas que acompañaron a la pitada. 

Pero solo unas horas más tarde, la presidenta madrileña, Díaz Ayuso, fue también abucheada e insultada al visitar San Fernando de Henares. Incluso mientras dialogaba con los afectados por las obras del Metro. Y, casi al mismo tiempo, 52 representantes que se dicen del pueblo español, debe de ser por aquello de que nos quieren librar, entre otros, de inmigrantes y homosexuales, repetían hazaña. En otra acción improvisada, irrumpían tres minutos tarde en el Congreso interrumpiendo la intervención de Sánchez. Le estamos perdiendo el respeto a las instituciones. Conviene recordar que la monarquía y los presidentes de Gobierno y de una comunidad lo son. Y no digamos el lugar donde estamos representados los ciudadanos. Podemos apelar a la falta de educación y cortesía, pero es una falta de respeto, acatamiento y tolerancia que puede llevarnos por mal camino. Y es que alguien dijo que sin sentimiento de respeto no hay forma de distinguir los hombres de las bestias.